En la ciudad de Santiago falleció el 22 de enero de 1888,
Miguel Luis Amunátegui Aldunate, a los 60 años de edad. Se le
reconoce como el hombre que impulsó la instrucción
obligatoria en el país y defendió los límites históricos de
Chile, mereciendo nuestros agradecimientos por sus estudios y
publicaciones que demostraron en forma taxativa los derechos
nacionales sobre la Patagonia.

Cabe consignar que, el reconocimiento público lo obtuvo en
1850, cuando junto a su hermano Gregorio resultó ganador del
concurso anual que organizaba la Universidad de Chile sobre
memorias históricas, con su obra «La Reconquista Española,
1814-1817».

Luego, en 1853, durante el gobierno de Manuel Montt Torres,
el argentino Pedro de Angelis publicó en Argentina un libro
sobre los límites de esa nación, en el que se negaban los
derechos chilenos sobre las tierras de la Patagonia.

Entonces, el gobierno le encargó a Amunátegui hacer una
memoria en la que pusiera de manifiesto, con documentos, los
derechos del país. Esta se publicó a mediados de 1853 con el
nombre de «Títulos de la República de Chile a la Soberanía y
Dominio de la Extremidad Austral del Continente Americano».

Por la rigurosidad de su trabajo, que fue conocido en
Europa, Amunátegui fue designado miembro correspondiente de
una Academia Sueca. A su vez, Montt premió sus servicios ese
mismo año, nombrándolo jefe de la sección de Instrucción
Pública del Ministerio de Justicia.

Ese año también publicó su memoria histórica «La Dictadura
de O’Higgins», que se agotó inmediatamente. Entre 1870 y 1880
publicó en tres tomos «Los Precursores de la Independencia de
Chile», obra que fue conocida en Europa, y por la cual la
Real Academia Española lo nombró miembro correspondiente en
1875.

Otras de sus obras históricas de importancia fueron: «Camilo
Henríquez», «Descubrimiento y Conquista de Chile», «Don
Ignacio Domeyco», «Don José Joaquín de Mora», «Don José
Joaquín Vallejos», «El Cabildo de Santiago entre 1553 hasta
1581», «El 18 de Septiembre», «La Crónica de 1810», «La
Cuestión de Límites entre Chile y Bolivia» y «Vida de Don
Andrés Bello».

Además fue un ardiente propagandista de la instrucción
obligatoria en el país. Una de las mayores preocupaciones de
Amunátegui fue impulsar y ampliar la educación práctica
técnica. En 1856, junto a Benjamín Vicuña Mackenna, Domingo
Santa María González, Guillermo Matta Goyenechea y otros
jóvenes de la alta sociedad santiaguina, fundó la Sociedad de
Instrucción Primaria.

Así, durante el gobierno de Aníbal Pinto Garmendia, en 1876
fue designado Ministro de Justicia, Culto e Instrucción
Pública, cumpliendo una destacada labor en materias de
educación. En este cargo resolvió por decreto del 6 de
febrero de 1877 que las mujeres podían ser admitidas a rendir
exámenes válidos en la Universidad de Chile para optar a
títulos profesionales, siempre que se sometiesen a las mismas
condiciones que los hombres.

De lo anterior nació su obra «De la Instrucción Primaria en
Chile, lo que es, lo que debería ser», trabajo que contiene
sus mejores ideas pedagógicas, fruto de prolijas
investigaciones.

También Amunátegui incursionó en la política, como miembro
del Partido Liberal Doctrinario. Su vida como Parlamentario
puede sintetizarse así, fue Diputado por Caupolicán,
Santiago, Talca, Cauquenes y por Valparaíso, siendo elegido
presidente de la Cámara de Diputado en tres ocasiones.

También fue Ministro del Interior y de Relaciones
Exteriores, durante la administración de José Joaquín Pérez
Mascayano, en 1868. Luego, el gobierno de Pinto lo nombró
Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública y subrogó
en Hacienda y en Guerra y Marina. El Presidente José Manuel
Balmaceda Fernández lo nombró Ministro de Relaciones
Exteriores y subrogó al del Interior.

Se debe destacar que fue el Ministro de Estado menos
exclusivista de su tiempo; llamó a colaborar con él, en los
puestos públicos, a hombres de todos los colores políticos.

Al término del Gobierno de Federico Errázurriz Zañartu, fue
postulado como candidato a la presidencia y compitió con
Aníbal Pinto en la Convención Liberal de 1875, sin embargo
este fue el elegido por escaso margen de 523 votos contra los
414 de Amunátegui.

Sus últimas actividades públicas fueron como Ministro de
Balmaceda, muriendo víctima de una neumonía en 1888, rodeado
de sus amigos y familia. Posteriormente, el 13 de diciembre
de 1904 se le erigió un monumento costeado por suscripción
popular a los hermanos Miguel Luis y Gregorio Amunátegui.

Por somosfutrono

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