En la Campaña del Norte de la Guerra Civil, el día 17 de
febrero de 1891 se enfrentaron las tropas gobiernistas al
mando del Coronel Eulogio Robles Pinochet en contra de las
del ejército de los congresistas al mando del Coronel
Estanislao del Canto, en la estación de Huara del ferrocarril
que unía Iquique con Pisagua, obteniendo el triunfo las
fuerzas gobiernistas.

Cabe consignar que después de su derrota en la Batalla de
Dolores, el Coronel Robles, le solicitó refuerzos a Manuel
Salinas Intendente de Tarapacá. Al día siguiente, en la
Estación de Negreiro y con las nuevas fuerzas llegadas al
mando del Coronel José María Soto Pereira, reunió
aproximadamente un contingente de 900 hombres.

Entonces, para contener el avance hacia Iquique del Coronel
Del Canto, el Comandante gobiernista resolvió organizarse
defensivamente en la estación de Huara. Al mismo tiempo que
los gobiernistas marchaban hacia Huara, avanzó hacia el sur
la fuerza revolucionaria, reforzada con un tren blindado
armado de ametralladoras, con un contingente de mil 200
soldados.

Al encontrarse frente a frente, los congresistas mandaron un
parlamentario para intimidar la rendición a las fuerzas
balmacedistas, pero la proposición fue rechazada. Como
consecuencia se inició la batalla a las 3:30 horas,
finalizando a las 6:00 horas, cuando los congresistas se
retiraron en el tren que los había traído.

La batalla comenzó con un ataque de los revolucionarios que
buscó envolver el flanco oeste enemigo. Pero la lucha frontal
no tuvo éxito, debido al intenso fuego de artillería y de
fusilería de los defensores y a la deserción de una compañía
que se pasó a las fuerzas presidenciales.

En esos momentos el Coronel Robles pudo observar que las
fuerzas enemigas se encontraban mal armadas y les faltaba
disciplina militar. Entonces ante la debilidad del atacante,
decidió retirar fuerzas del frente para emplearlas en su ala
izquierda. Con esto, el envolvimiento revolucionario fue
también rechazado.

Vino entonces el oportuno ataque de la caballería del
gobierno sobre uno de los flancos del enemigo y la habilidad
del Coronel Soto de lanzar dos locomotoras a todo vapor sobre
los convoyes de las tropas revolucionarias que venían por la
vía férrea, amagando las posiciones congresistas, teniendo
que retirarse desordenadamente del combate en un convoy de
tren, dejando en el campo 240 muertos, casi todos marinos.

Después de cuatro horas de batalla las fuerzas gobiernistas
derrotaron a las revolucionarias, debiendo lamentar 108
muertos y 89 heridos en sus filas. Los congresistas se
replegaron a Pisagua, para embarcarse y dirigirse a Iquique.

Cabe señalar que la Guerra Civil de 1891 provocada por el
conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo,
tuvo su primer hecho de armas en el Combate de Zapiga,
desarrollado el 23 de enero del mismo año, el cual
desencadenó la Campaña del Norte.

Por somosfutrono

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