En la ciudad de Santiago nació el 24 de marzo de 1846 uno de
los más grandes héroes de la Marina de Chile, Juan José
Latorre Benavente, convirtiéndose en el primogénito del
matrimonio conformado por el diplomático boliviano Elías
Latorre y de la chilena Nicomedia Benavente.
Huérfano de padre a temprana edad, se trasladó a Valparaíso
con su familia, ingresando a la Escuela Naval en 1858. Tres
años más tarde egresó como Guardiamarina, a los 15 años de
edad, en la promoción de oficiales recordada como el “Curso
de los Héroes”.
Posteriormente, y con el grado de Teniente, Latorre tuvo su
primer enfrentamiento naval durante la Guerra contra España,
a bordo de la corbeta Esmeralda comandada por Juan Williams
Rebolledo, en el Combate de Papudo desarrollado el 26 de
noviembre de 1865, en el cual se logró capturar la goleta
Virgen de Covadonga.
Entre los años 1865 al 1878, navegó las aguas del litoral
norte y sur chilenos, correspondiéndole cumplir diversas
comisiones en resguardo de la soberanía nacional, en el
territorio patagónico atlántico, especializándose en
hidrografía del sur.
Pero, al estallar la Guerra del Pacífico fue designado al
norte, donde se destacó en el combate naval de Chipana,
desarrollado el 12 de abril de 1879, en que, como comandante
de la cañonera Magallanes, se batió contra la Pilcomayo y
Unión.
En todas las acciones navales de guerra, Latorre se
distinguió por su don de mando, su pericia táctica, su
sagacidad estratégica, su presencia de ánimo y por su
capacidad para estimar los recursos y las ventajas y fallas
del adversario.
Luego, en septiembre de ese año, fue nombrado Comandante de
la Cochrane, y desde ese momento se propuso perseguir al
Huáscar hasta hundirlo y librar al país de la verdadera
pesadilla que significaban las correrías del monitor peruano
por nuestras costas.
Consiguió su propósito el 8 de octubre de ese año, en el
combate naval de Angamos, y su triunfo sobrepasó las mejores
expectativas, ya que, con su buque, y la cooperación del
Blanco en la segunda parte del combate, logró capturar al
Huáscar y conducirlo al puerto con las máquinas, de la nave
recién apresada, intactas.
Después de esta importante y decisiva victoria de la fuerza
naval chilena, el Comandante Latorre participó en el Asalto y
Toma de Pisagua, Arica, y El Callao. Sus hazañas le
significaron alcanzar uno de los sitiales más importantes en
la historia de la Armada chilena, logrando en abril de 1881,
el mando en jefe de la Escuadra chilena.
Posteriormente y con el grado de Contralmirante de la
Escuadra, el Presidente José Manuel Balmaceda Fernández, lo
envió a Europa a supervisar la construcción de unos barcos de
guerra para Chile. Sin embargo, mientras estaba en
Inglaterra, estalló la Guerra Civil de 1891, y pese a estar
liderada la insurrección por la Marina, permaneció leal al
gobierno. Tras la victoria congresista, fue dado de baja,
razón por la cual, permaneció en Francia hasta 1894.
A su regreso fue elegido Senador por Valparaíso en dos
oportunidades, por los períodos de 1894 a 1900, y de 1900 a
1906. Durante el gobierno del Presidente Federico Errázuriz
Echaurren, en 1897, fue designado Consejero de Estado y ese
mismo año se le rehabilitó en su grado de Contraalmirante. Al
año siguiente fue nombrado Ministro de Relaciones Exteriores,
Culto y Colonización.
Durante el gobierno del Presidente Pedro Montt Montt, cuando
Latorre tenía 62 años de edad, en 1908, fue ascendido a
Vicealmirante y el gobierno de Francia lo condecoró con el
título de “Comendador de la Legión de Honor”.
Cuatro años más tarde, Latorre falleció en la ciudad de Viña
del Mar, el 9 de julio de 1912, dejando como legado para las
nuevas generaciones de chilenos, un claro ejemplo de
ciudadano probo y virtuoso, cristiano y caballero, que lo
califican con justicia y holgura entre los más grandes héroes
e insignes hombres públicos de la Patria.