El irlandés Capitán General Ambrosio O’Higgins asumió como
Gobernador del Reino de Chile el 25 de mayo de 1788, cuando
tenía alrededor de 65 años de edad. Está considerado como el
más ilustre y ejecutivo de los gobernantes del país durante
la Colonia.

O’Higgins nació en Ballenary, Irlanda, pero debió emigrar a
España alrededor de los 26 años de edad, en 1849, debido al
dominio inglés sobre Irlanda que incluyó la imposición de las
ideas religiosas anglicanas. O’Higgins que pertenecía a una
familia católica, se vio excluido de los cargos públicos y de
sus derechos, como el resto de los irlandeses que profesaban
esta religión.

Entonces, se radicó en Cádiz, dedicándose al comercio por
siete años hasta 1856, fecha en que viajó a América para
desarrollar igual función. Llegó a Buenos Aires, luego vino a
Chile, de aquí pasó a Perú, de donde se trasladó a Panamá y
de allí se dirigió a España en 1861 donde solicitó su
naturalización para que se le permitiera dedicarse al
comercio tranquilamente.

Regresó en 1863 junto a su compatriota Juan Garland y gracias
a sus contactos le permitieron ser designado como ingeniero
delineador en Chile, asignándosele el grado de Subteniente
del ejército. Al año siguiente ambos comenzaron con el
reconocimiento de la plaza de Valdivia.

En 1766 viajó a España nuevamente, desde donde retornó al
país dos años más tarde a ejercer su antiguo puesto, siendo
ascendido a Capitán de Dragones. En 1773 fue ascendido a
Teniente Coronel y Comandante de Caballería en la Frontera de
Arauco.

Tres años más tarde, en 1776, fue nombrado Gobernador
interino de Concepción y al año siguiente obtuvo el grado de
Coronel. En 1783, fue ascendido a Brigadier y en 1786 se le
nombró en propiedad Gobernador de la provincia de Concepción.

Siendo Gobernador interino de Concepción, conoció en 1877, a
Isabel Riquelme Mesa, hija del Regidor del Cabildo de
Chillán, una de las familias más aristocráticas de esa
ciudad, con quien engendró al Libertador de Chile, Bernardo
O’Higgins Riquelme. El niño nació el 20 de agosto de 1878,
pero sus padres nunca se casaron.

Ambrosio O’Higgins asumió como Gobernador, Capitán General, y
a la vez como Presidente de la Real Audiencia en mayo de
1788. Durante su período realizó una buena administración.
Fue el primero en poner orden en las finanzas fiscales,
logrando el conocimiento cabal de los ingresos y gastos de su
gobierno.

Recorrió todo el territorio impulsando el progreso. Gran
parte de las obras públicas emprendidas en su gobierno se
relacionaron con el comercio. Así fue que hizo construir el
camino para carretas entre Santiago y Valparaíso por la
cuesta Zapata y Lo Prado en 1795. También impulsó la
construcción de los tajamares de cal y ladrillo en el río
Mapocho, para evitar los desastres que provocaban las
crecidas del río.

Con el mismo objetivo, fundó varias ciudades entre ellas:
Combarbalá, Vallenar, ambas en 1788; Santa Rosa de Los Andes,
en 1791; San José de Maipo, en 1792; Constitución y Parral,
ambas en 1795. Además, refundó la ciudad de Osorno en 1796.
Fecha en que el Rey lo nombré Marqués de Osorno. El año
anterior lo había nombrado Barón de Ballenary.

También incentivó el cultivo de varios productos tropicales
como el azúcar y el algodón, adicionalmente impulsó los
escasos centros industriales del país: la industria de la
jarcia, los cueros y la lana y promovió el comercio directo
con México y Ecuador.

Durante su gobierno, O’Higgins declaró abolido el servicio
personal de los indígenas en 1789, decisión que fue
confirmada por una Real Cédula de 1791, que eliminó
definitivamente las encomiendas, institución que desde el
siglo XVII venía perdiendo su importancia debido a la
desaparición de los indígenas, como resultado de los malos
tratos, las epidemias y el mestizaje.

Celebró el Parlamento de Negrete en marzo de 1793, con la
concurrencia de cerca de 200 caciques mapuches. En él se
llegó a algunos acuerdos como el libre tránsito de los
españoles por el territorio, la paz entre algunos grupos de
indígenas, la entrega de prófugos españoles y el
restablecimiento del comercio mutuo. Este acuerdo permitió
mantener una paz inalterable por muchos años.

Finalmente, fue nombrado por Real Cédula del 30 de noviembre
de 1795, Virrey del Perú, dejando el gobierno de Chile
delegado a José de Rezabal y Ugarte, en mayo de 1796, luego
de 8 años de ejercer el cargo.

Por somosfutrono

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