En el Cabildo abierto realizado en Santiago el 11 de junio de
1541, se designó a Pedro de Valdivia como Gobernador y
Capitán General del Reino de Chile. Con este nombramiento la
gobernación del territorio pasó a depender directamente del
Rey de España, independizándose del Perú.

Cabe consignar que, esta designación se debió al insistente
rumor que el Gobernador del Perú Francisco Pizarro había sido
asesinado. Sin embargo, en un comienzo Valdivia rehusó el
cargo pues equivalía a romper sus lazos con Pizarro, de quien
no se sabía a ciencia cierta que hubiese muerto. Finalmente,
Valdivia aceptó, evitando que otra persona aceptase el
cargo.

Efectivamente, Pizarro fue asesinado, lo que trajo como
consecuencia, la insurrección en contra el Rey. Ante este
hecho, el monarca decidió la creación del “Virreinato del
Perú”, contrariando los deseos de los hermanos del difunto
Gobernador Capitán Pizarro.

Todos estos acontecimientos le fueron proporcionados a
Valdivia a fines de 1547 y comienzos de 1548 cuando se
encontraba en Perú, solicitando más recursos para el nuevo
territorio que comenzaba a poblar. También en esa ocasión, el
Virrey Pedro de La Gasca, reconociendo sus servicios, le
aprobó el título de “Gobernador” que le había concedido el
Cabildo de Santiago, y desde entonces ocupó el cargo en
propiedad y conforme a las leyes.

Valdivia se embarcó desde España a América en 1535 y
participó junto con Gerónimo de Alderete en la conquista de
Venezuela, donde se creía que existían abundantes riquezas,
pero desechó esta oportunidad, y se dirigió a Perú donde le
solicitó permiso al Gobernador Pizarro, para iniciar la
Conquista de Chile.

Pizarro le concedió el permiso y lo nombró “Teniente de
Gobernador”, y no “Gobernador”, como Valdivia quería. En
estas condiciones Valdivia comenzó a reclutar voluntarios
para la expedición, pero el fracaso anterior de Diego de
Almagro ahuyentó a muchos de los soldados y aventureros que
se encontraban en el Perú, seguros de que no ganarían nada en
tierras tan pobres. Así fue que a fines de 1539 sólo contaba
con unos 11 hombres.

Finalmente, Valdivia salió del Cusco en enero de 1540 con
casi mil indígenas auxiliares y unos cuantos españoles, a los
que en el camino se agregaron varios más que provenían de las
fracasadas expediciones al Altiplano. Así, llegó a conformar
un grupo de 153 conquistadores que lo acompañaron.

En diciembre de ese año llegó al valle del Mapocho, donde
decidió establecerse. Entonces, se reunió con los caciques de
los alrededores, y fundó la ciudad de Santiago del Nuevo
Extremo, a los pies del cerro Huelén, actual cerro Santa
Lucía, el 12 de febrero de 1541.

Entre las primeras medidas tomadas por Valdivia, una vez
nombrado Gobernador por el Cabildo, fue la organización del
trabajo indígena en los lavaderos de oro de Marga Marga y el
inicio de la construcción de un bergantín para comunicarse
con el Perú.

Pero la aparente calma que reinaba en Santiago se vio
quebrada cuando los indígenas dirigidos por el Cacique
Michimalonco, cayeron sobre la nueva ciudad, el 11 de
septiembre de 1541. En esos momentos Valdivia se encontraba
fuera de la ciudad dialogando con otros nativos.

Entonces, la defensa del poblado la lideró la española Inés
de Suárez, la única mujer de la expedición y amante del
Gobernador. Este episodio significó un retroceso en la
planificación de Valdivia, ya que las construcciones fueron
destruidas, quedando la población con muy pocos animales y
víveres. La ayuda del Virreinato llegó solo dos años más
tarde, en 1543.

En febrero de 1546, Valdivia inició la expedición al sur, y
acompañado por 70 hombres, llegó hasta la desembocadura del
río Biobío, donde pretendía fundar una ciudad; sin embargo,
la hostilidad de los indígenas lo desalentó y volvió a
Santiago en marzo de 1547.

Enfrentado a todos estos problemas se decidió ir a Perú para
solicitar mayores recursos. Como se mencionó anteriormente,
el Virrey le reconoció su lealtad y Valdivia pudo reunir los
hombres y víveres necesarios y empezó su regreso a Santiago,
pero en el trayecto fue detenido y conducido a Lima.

La razón de esto era una orden cursada por el propio Virrey
de La Gasca, quien lo sometió a proceso judicial por “hurto”
del oro y por la relación que mantenía con Inés Suárez. En el
juicio, Valdivia justificó su conducta y demostró que había
dado orden a sus lugartenientes de cancelar las deudas con el
oro producido por sus propios indígenas. En cuanto al otro
cargo, se le conminó a traer a su mujer a Chile y casar a su
amante.

Después de su llegada a Santiago, Valdivia emprendió la
conquista del Sur del territorio, labor compleja por la gran
resistencia indígena que encontró. A su vez, Inés de Suárez
se casó con Rodrigo de Quiroga, evitando así abandonar
Chile.

En su expedición Valdivia logró fundar varias ciudades en el
sur, pero finalmente en el Fuerte Tucapel fue acorralado en
una ciénaga en la que su caballo se espantó provocándole la
caída, encontrando la muerte de manos de los indígenas
comandados por el Cacique Lautaro, en diciembre de 1553. Su
esposa Marina Ortiz de Gaete, llegó a Chile con
posterioridad.

Por somosfutrono

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