El primer Congreso Nacional que tuvo Chile se instauró
solemnemente el 4 de julio de 1811, en la sala de
deliberaciones de la Real Audiencia, bajo juramento de
fidelidad al Rey Fernando VII y protección a la religión
católica, siendo convocado como resultado de la orden emanada
de la Primera Junta de Gobierno, instalada el 18 de
septiembre de 1810.

La elección de diputados se realizó en el país por medio de
los Cabildos, que citaron a los vecinos más respetados a
votar en su sala de sesiones, en medio de un ambiente lleno
de agitación y propaganda política, en el que destacaban
distintos escritos que propiciaban abiertamente una completa
independencia respecto de España.

Esto último provocó una violenta reacción de los grupos
realistas, lo que derivó que el 1 de abril de 1811, fecha en
que debía realizarse la elección para el Congreso, que el
militar español Tomás de Figueroa Caravaca se sublevara junto
con las tropas a su mando, conocido por la historia como “El
Motín de Figueroa”.

Aun cuando este motín fue rápidamente sofocado y su cabecilla
encarcelado, juzgado y fusilado al día siguiente en la Cárcel
Pública, el hecho llenó de temor a la capital, pues señalaba
que la posibilidad de una contrarrevolución aún estaba
vigente. El movimiento llevó a una derrota eleccionaria para
los realistas.

Luego de esta manifestación se realizaron las elecciones para
el nuevo Congreso Nacional, el 6 de mayo, que inicialmente
iba a estar compuesto por 36 diputados, pero su número se
incrementó en 6, debido a que el Cabildo de Santiago reclamó
el derecho a tener 12, en atención al mayor número de
habitantes que el resto de las circunscripciones.

En esta elección participaron solo los hombres de las
familias más importantes y acaudaladas del país, por lo que
se creyó que iba a ser un grupo de ideas homogéneas. Sin
embargo, no fue así. En el se manifestaron claramente tres
tendencias, que fue el inicio de las ideas políticas
definidas como: la realista, la moderada y la exaltada.

Antes de la ceremonia inaugural, los 42 diputados electos, se
reunieron en el Palacio Presidencial y de allí se dirigieron
hacia la Catedral. Después de oír misa, oficiada por fray
Camilo Henríquez, prestaron juramento. Presidió la sesión
Juan Antonio Ovalle Silva, que posteriormente fue confirmado
como Presidente y se designó como Vicepresidente a Martín
Calvo de Encalada.

En esta sesión Juan Martínez de Rozas Correa señaló las
obligaciones de los diputados y declaró disuelta la Primera
Junta Nacional de Gobierno, elegida el 18 de septiembre de
1810. El Congreso recibió gran parte de la autoridad
gubernamental, ya que tuvo que ejercer poderes ejecutivos y
judiciales, además de sus funciones propias, mientras se
constituía una Junta provisoria.

Pero desde un comienzo el accionar del Congreso fue confuso,
debido tanto a la falta de experiencia política como a la
división que se observó en su interior entre la mayoría
moderada liderada por José Miguel Infante Rojas, los
exaltados, compuesta por 12 diputados, entre los que
destacaban Bernardo O’Higgins Riquelme y Manuel de Salas
Corbalán y los realistas, que solo reconocían al Consejo de
Regencia de Cádiz, oponiéndose a cualquier medida.

Desesperados los exaltados por la inacción del Congreso,
comenzaron a tramar una acción de fuerza para cambiar su
fisonomía. Sin embargo, durante todo el mes de julio y los
primeros días de agosto, el movimiento, por diversas razones,
debió ser postergado.

Así fue que en medio de este ambiente, irrumpió en la escena
política José Miguel Carrera Verdugo, quien se transformó en
el nuevo líder de los exaltados y, por ende, de los sectores
que propiciaban la libertad política.

El 4 de septiembre de 1811, Carrera junto a sus hermanos,
Juan José y José Luis, dio un golpe militar, y derribó a la
mayoría conservadora del Congreso, sin mediar resistencia
armada alguna. De esta manera, los exaltados quedaron en
mayoría y designaron una nueva Junta de Gobierno, que creó el
Supremo Tribunal Judiciario.

Adicionalmente, ordenó levantar cementerios alrededor de las
ciudades; creó la provincia de Coquimbo; oficializó las
relaciones con la Junta de Buenos Aires y otorgó la libertad
de vientre, la cual, declaraba la libertad de los esclavos
nacidos en Chile y prohibía el ingreso de nuevos esclavos al
territorio nacional.

Pero Carrera no tardó en darse cuenta de que los hombres que
él había elevado al poder mediante el golpe militar del 4 de
septiembre, trataban de alejarlo del gobierno, por lo tanto,
y de acuerdo con sus hermanos, decidió dar un segundo golpe
militar el 15 de noviembre de 1811. Finalmente, como el
Congreso cortaba sus iniciativas, lo disolvió por la fuerza
el 2 de diciembre de 1811.

Por somosfutrono

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