El Director Supremo Bernardo O’Higgins Riquelme fundó el 4 de
agosto de 1818 la «Academia de Jóvenes Guardias Marinas»,
predecesora de la actual Escuela Naval, designado como primer
Director al Mayor de Artillería Francisco Díaz, quien dirigió
la Academia embarcada en los buques de la Primera Escuadra
Nacional.

Su creador tuvo en cuenta la necesidad de establecer un
plantel de Oficiales de Marina que fueran capaces de conducir
las operaciones marítimas de la recién formada Escuadra, cuyo
objetivo era cautelar la hegemonía en el Océano Pacífico.
Llegar a estructurarla significó un arduo trabajo y más
difícil aún resultó ser la formación de la tripulación. La
mayoría de los marinos, realmente experimentados, eran de
origen inglés, estadounidense y francés.

Los entrenamientos tuvieron limitaciones y dificultades tales
como la falta de un lenguaje común, que sirviera para que se
entendieran las órdenes emitidas para realizar las maniobras.
Pero un trabajo eficiente y esforzado convirtió a la Primera
Escuadra Nacional en una poderosa arma estratégica.

La primera embarcación que formó parte de la escuadra fue el
bergantín español «Aguila», cuando las autoridades chilenas
se apoderaron de él, en febrero de 1817, dándole el nombre de
«Pueyrredón». Se le dio el mando al Teniente Raimundo Morris,
marino irlandés que se desempeñaba en el Ejército Libertador
como oficial de artillería. La escuadra entonces se compuso
de 43 tripulantes, 25 de los cuales eran extranjeros.

De manera similar fue apresado el bergantín español
«Carmelo», al cual se le bautizó con el nombre de «Araucano».
Luego se incorporó la goleta «Fortunata». Al año siguiente,
en marzo de 1818, la fragata «Windham» burló el bloqueo
español y logró entrar a Valparaíso, enviada por el agente de
Chile en Londres.

En junio de ese año, el navío inglés «Cumberland» pasó a
formar parte de la Escuadra Nacional con el nombre de «San
Martín». Los cien hombres que la tripulaban y el Capitán
Guillermo Wilkinson, continuaron abordo incorporados al
servicio de la Marina de Chile. A ésta se unió la corbeta
«Chacabuco», ex «Coquimbo», construida en los Estados Unidos.

En la misma época, junio de 1818, O’Higgins nombró Comandante
General de Marina, al Teniente Coronel de Artillería Manuel
Blanco Encalada, quien contaba con seis años de experiencia
en la Marina española. Pero a la llegada del marino escocés
Lord Thomas Cochrane, contratado por el Gobierno de Chile, le
fue traspasado el mando en noviembre de 1818 con el grado de
Vicealmirante.

Mientras tanto, la Academia terminó en 1822, por problemas
económicos, apareciendo dos años más tarde con el nombre de
“Academia Náutica de Guardiamarinas”, pero al año siguiente
en 1825 se suprimió. Nuevamente apareció en 1845 con el
nombre de “Escuela Náutica”, la que se cerró en 1847.

Finalmente, durante la presidencia de Manuel Bulnes Prieto se
fundó la actual Escuela Naval por decreto del 1 de julio de
1848. En el primer curso ingresaron 26 cadetes, cuyas edades
fluctuaban entre los diez y los doce años, quienes egresaron
en 1861 con el grado de Guardiamarinas, curso que
posteriormente por el coraje mostrado por cada uno de sus
miembros durante la Guerra del Pacífico, recibió el nombre de
«Curso de los Héroes».

Entre ellos figuran los nombres de Arturo Prat Chacón, Juan
José Latorre Benavente, Carlos Condell de la Haza, Luis Uribe
Orrego, Jorge Montt Alvarez, Constantino Bannen Pradel,
Francisco Javier Molinas Gacitúa, Guillermo Peña Urízar,
Wenceslao Frías Urrutia, Carlos Moraga Suzarte y Luis
Anacleto Castillo Goñi, entre otros.

La Escuela Naval guarda parte importante del patrimonio
histórico, teniendo bajo su custodia la espada del Capitán
Prat, como también un cañón, dos tapas del cabrestante, un
trozo de mástil y de la campana de la corbeta «Esmeralda»,
hundida en el Combate Naval de Iquique, el 21 de Mayo de
1879. Además conserva la campana del acorazado «Almirante
Latorre” y los cañones del blindado «Cochrane», nave que
protagonizó el Combate Naval de Angamos el 8 de octubre de
1879, entre otros.

Entre los principales símbolos del siglo XX están: el «Himno
de los Cadetes Navales», compuesto en 1918 por el profesor de
música del plantel Luis de Retana, y el «Escudo Oficial del
Plantel», diseñado en 1960 por el cadete Félix Valenzuela
Cornejo.

La actual Escuela Naval tiene por misión formar cadetes,
militar, moral, mental y físicamente e instruirlos en los más
altos ideales del patriotismo, deber, honor y lealtad,
proveyendo a la Armada y a la Marina Mercante Nacional de
oficiales dedicados a su carrera, con el potencial necesario
para un futuro desarrollo de su mente y carácter que les
permita asumir cada vez mayores responsabilidades en la
defensa y desarrollo del país.

La Armada de Chile ha tenido a lo largo de su trayectoria una
destacada actuación, especialmente en la Guerra del Pacífico
contra Perú y Bolivia y, posteriormente, salvaguardando la
soberanía a lo largo de todo el territorio nacional,
especialmente en islas y archipiélagos de la zona Sur.

Por somosfutrono

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