En la época de la Patria Vieja, las fuerzas realistas al
mando de Olate y Elorreaga fueron vencidas el 17 de agosto de
1813 en la Batalla de Quirihue, por las fuerzas patriotas
comandadas por el Capitán José Joaquín Prieto Vial. El
objetivo de los chilenos era cortar las comunicaciones y el
abastecimiento del ejército español.

Por esta razón, Prieto debió enfrentarse a los realistas,
además de la ya mencionada, en las batallas de Talcahuano,
Concepción, El Roble, Quechereguas, Chillán, El Quilo y
Talca. En cada una de estas acciones fue demostrando un
carácter de estratega racional y alejado de las decisiones
impulsivas, tan propias de las incipientes organizaciones
militares del período compuesta por los otros patriotas.

Cabe consignar que, su experiencia en el campo de batalla le
venía por familia, pues su progenitor fue el Capitán de
Dragones José María Prieto Sotomayor y siguiendo la
tradición, Prieto a los 19 años de edad, en 1805, ya
ostentaba el grado de Teniente de Milicias de Caballería de
Concepción.

Al año siguiente, el 1 de abril de 1806, se incorporó
voluntariamente ad honorem a una expedición para reconocer
una ruta desde Antuco a Buenos Aires. Así, luego de una
arriesgada y difícil travesía por la pampa indígena, el grupo
llegó a Córdoba el 5 de julio de 1807.

Posteriormente, siguieron hacia su objetivo, Buenos Aires que
todavía se encontraba conmovido por la reciente invasión
armada de los ingleses a esa ciudad. Este evento lo
influenció profundamente en las ideas de independencia
política que allí circulaban. En esa época recorrió en
diversas expediciones los dos países Chile y Argentina.

Entonces, en premio a su buen cometido, ascendió a Capitán de
Milicias en 1809. Pero al año siguiente, producto de los
acontecimientos de 1810 en Chile, al establecerse la Primera
Junta Nacional, la familia Prieto se dividió entre apoyar la
causa independentista o mantenerse leal al Rey.

A pesar de la oposición de su padre, Prieto se alistó en la
compañía que acudió en auxilio de la Junta de Buenos Aires.
En esa ciudad se convirtió en un activo promotor de la
ruptura con España y entabló amistad con las más connotadas
figuras bonaerenses de la época, y en 1811 hizo la campaña de
Buenos Aires.

Al volver a Chile en marzo de 1813, se le reconoció el grado
de Capitán de Dragones adquirido en Argentina. Su Hoja de
Servicio señalaba: «por premio de vuestros antecedentes y
servicios, se le concede el empleo de Capitán de Húsares de
la Guardia Nacional”, de fecha 26 de marzo de 1813, y firmado
por José Miguel Carrera Verdugo, Presidente de la Junta.

Entre 1813 y 1814, durante las disputas entre Bernardo
O’Higgins Riquelme y Carrera, se integró al Estado Mayor del
primero como Sargento Mayor, y quedó a cargo del cuartel
maestre de todo el Ejército del Sur, siendo nombrado además
Gobernador de Talca en 1814.

La llegada del realista Mariano Osorio, en agosto de 1814, le
permitió a Prieto quedar al mando de una compañía de casi 600
hombres, con los cuales intentó detener a los españoles en
Talca, pero siendo sobrepasado, se dirigió a Santiago, donde
Carrera le encomendó seguir hacia el Norte para iniciar un
reclutamiento de emergencia.

Por esta razón, no participó en la “Batalla de Rancagua”,
desarrollada en octubre de 1814, pero al saber las dramáticas
noticias de la derrota patriota, se dirigió a Buenos Aires.
Allí se enteró que en la ciudad de Mendoza, las fuerzas
patriotas se estaban organizando bajo el mando de José de San
Martín Matorras.

Entonces se unió al “Ejército Libertador”, con el grado de
Teniente Coronel de Artillería y una vez que cruzaron la
cordillera, estuvo presente en la Batalla de Chacabuco en
febrero de 1817 y en la Batalla de Maipú, desarrollada en
abril del siguiente año. Luego, participó en los inicios de
la Independencia del Perú, cuyo gobierno lo condecoró con la
medalla de la Orden del Sol en 1820.

De regreso en el país ostentó varios cargos públicos y en
1829 encabezó la Guerra Civil, obteniendo el triunfo en la
Batalla de Lircay en abril de 1830. Al año siguiente, fue
elegido presidente de la República, cargo que mantuvo por dos
períodos consecutivos, lo que le permitió estar en el poder
de 1831 a 1841.

En ese tiempo entre otros, promulgó la Constitución de 1833,
pero también debió enfrentar el asesinato de su Ministro
Diego Portales Palazuelos y la Guerra contra la Confederación
Perú-boliviana, desarrollada entre 1836 y 1839.

El año que dejó la presidencia se le nombró consejero de
Estado y Comandante General de Armas de Valparaíso. Luego fue
elegido Senador de la República de 1843 a 1852. Después se
retiró de la vida pública, falleciendo el 22 de noviembre de
1854, a los 68 años de edad.

Por somosfutrono

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