Actualmente el Programa Residencia Familiar Estudiantil de Junaeb beneficia a más de 400 estudiantes de Educación Básica, Media y Superior en la Región de Los Ríos
Coordinadores de las entidades ejecutoras que forman parte del Programa Residencia Familiar Estudiantil, se reunieron en la Dirección Regional de Junaeb en Valdivia para participar de la reunión evaluativa del 1° semestre. La actividad organizada por la Unidad de Becas Regional, tuvo como objetivo realizar un análisis financiero y técnico de la ejecución del programa que actualmente beneficia a 426 estudiantes de educación básica, media y superior en Los Ríos.
En el encuentro se señaló la importancia que tienen las entidades de evaluar constantemente las familias tutoras, realizar seguimiento de la situación de escolaridad de los beneficiarios y resguardar la integridad de los beneficiarios, así como ejecutar los recursos comprometidos en convenio que al mes de agosto alcanzan los $175 millones de pesos, entre otros temas, resaltando la labor de acompañamiento y apoyo que realizan los municipios en torno al programa.
Para este año el Programa Residencia Familiar considera un presupuesto superior a los $300 millones de pesos para ejecutar en 11 comunas de la región a través de un convenio de traspaso de recursos, beneficiando a 60 estudiantes en Valdivia, 149 en Panguipulli, 9 en Lanco, 30 en Mariquina, 7 en Máfil, 11 en Los Lagos, 12 en Corral, 28 en Paillaco, 89 en La Unión, 6 en Lago Ranco y 25 en Futrono.
Según indica el Director Regional de Junaeb, Eduardo Rosas Varas, “Junaeb como soporte estratégico de la educación Chilena, dentro de su oferta de programas esta Residencia Familiar Estudiantil, que cumple un rol fundamental al apoyar a los estudiantes en condiciones de mayor vulnerabilidad en el sistema escolar, con residencia en sectores aledaños, permitiéndoles desarrollar sus estudios en igualdad de condiciones” dijo la autoridad regional.
La iniciativa, permite que jóvenes desde Séptimo Básico hasta Educación Superior puedan moverse desde sus lugares de origen hacia otras ciudades o localidades para continuar sus estudios, les entrega alojamiento y alimentación en casas de familias que ejercen el rol de tutoras. Pueden acceder los jóvenes que viven en sectores rurales y/o aislados, en los que no existen establecimientos que permitan la continuidad de sus estudios o con una oferta limitada que no responde a los intereses de los estudiantes.
Una vez que los jóvenes ingresan al sistema, pueden continuar hasta terminar la Educación Superior, renovando el beneficio año tras año.