En la ciudad de Santiago falleció el 10 de septiembre de
1968, Pablo de Rokha, a los 74 años de edad. Poeta y miembro
del partido comunista, a quien se le otorgó el Premio
Nacional de Literatura 1965, a pesar que, su poesía no llegó
a entusiasmar a los críticos chilenos, ya que la gran mayoría
descalificó su obra literaria.

De Rokha era un hombre fornido, exhuberante, dado al placer
de las comidas y del vino. Carecía, a veces, de las maneras
que en la sociedad pasan por buenos modales. Sus
contrincantes lo definieron como un hombre de una
personalidad complicada y conflictiva, siendo entendido sólo
por sus amigos.

Para él, la política fue uno de los instrumentos favoritos
que usó en su vida, tanto en la contingencia como en la
poemática. De esta manera, el poeta logró, bajo su óptica,
expresar en su obra y con su vida ese destino trágico que
materializa las múltiples contradicciones de esta
Hispanoamérica caótica y fragmentada que busca realizarse en
lo que es y lo que quiere ser.

Una de sus primeras obras, “Escritura de Raimundo Contreras”
publicada en 1919, articula una visión metafísica a la figura
heroica de un personaje que trae por primera vez a este lado
del continente, el concepto de lo «nacional popular». Luego
vino, “Los Gemidos”, publicada en 1922, en ella está presente
la anti-poesía y el estilo fragmentario que caracterizó la
escritura de las vanguardias.

Esta obra se le considera como la primera de envergadura
publicada por De Rokha. Así, mientras que las críticas de
Pablo Neruda hablaban con admiración del libro, Alone, Silva
Castro y otros críticos del momento, lo describían
sarcásticamente como patológico y delirante.

Su obra “Suramérica” publicada en 1927 es el primer texto
surrealista del continente. Le siguieron: “Jesucristo” en
1933 y “Moisés” al año siguiente, que para De Rokha, eran la
expresión de una nueva épica heroica que incorporaba los
valores cristianos.

Más adelante publicó las obras: “Carta magna del continente”
en 1949, “Idioma del mundo” en 1958 y “Genio del pueblo” en
1960, las cuales, son cantos en que el ideal
latinoamericanista se expresa con toda la impureza y la
fragmentación barroca que forma parte de la historia real del
continente, bajo la mirada del escritor.

El poeta Pablo de Rokha nació en Licantén, que en mapudungú
significa «tierra de hombres de piedra», provincia de Curicó,
el 22 de marzo de 1894, siendo el hijo mayor de una numerosa
familia. Inició sus estudios en la Escuela Pública Nº 3 de
Talca y luego fue internado en el Seminario Conciliar de San
Pelayo de esa misma ciudad, donde fue matriculado y conocido
por su verdadero nombre, Carlos Díaz Loyola.

En este último establecimiento conoció a hurtadillas a los
literatos Voltaire y Rebelais. Por oposición se volvió
antirreligioso y muy pronto debió abandonar el colegio por
ateo. Allí, además de la afición por los clásicos griegos y
latinos adquirió el apelativo de donde proviene su nombre
literario “Rokha”, ya que sus compañeros le decían «piedra»,
por el significado en mapuche de su ciudad natal.

Terminó sus estudios de humanidades en Santiago y se
matriculó simultáneamente en las facultades de Derecho e
Ingeniería de la Universidad de Chile, pero al poco tiempo
abandonó sus clases para dedicarse por entero a la actividad
literaria.

Para ganarse la vida tuvo diferentes ocupaciones: profesor,
vendedor de cuadros y de libros, incluyendo los propios. Esta
última actividad le permitió conocer palmo a palmo el país,
acumulando experiencias para robustecer considerablemente su
sentido de lo chileno.

A los 26 años de edad, en 1920, de Rokha se adhirió a la
Internacional Obrera Anarquista y más tarde al Partido
Comunista, presentándose como candidato a diputado por el
partido. Luego, entre 1922 y 1924 vivió en San Felipe.
Después se trasladó a Concepción y fundó la revista “Dínamo”
y en 1939 su simbólica “Revista Multitud”, que sostuvo
durante 24 años.

También escribió en los periódicos “La Mañana”, “La Opinión”
y “Democracia de Santiago”. En las revistas “Juventud” y
“Claridad”, verdaderos baluartes de la cultura estudiantil.
Colaboró activamente con los gobiernos del Frente Popular y
en 1937 fue elegido Presidente de la Casa de las Américas,
órgano cultural del Partido Comunista.

En 1943 el Presidente Juan Antonio Ríos Morales, le dio a De
Rokha un nombramiento especial para realizar una extensa gira
por el continente americano, que abarcó 21 países. Este viaje
lo realizó junto a su señora. Pero, con la muerte de su
esposa Winett en 1952, víctima de un cáncer, el sino funesto
del poeta se cerró para siempre.

Sin embargo, luego ocupó la presidencia del Sindicato de
Escritores. De esta manera, el poeta no dejó nunca de poner
su energía al servicio de sus ideales políticos y estéticos.
En 1964 fue invitado por el Gobierno de Mao, y en su visita
escribió “China Roja”, la que posteriormente, fue traducida
al chino.

En 1968 se suicidó su hijo Carlos; pocos meses después Pablo
de Rokha siguió el mismo camino.

Por somosfutrono

Somos un medio de comunicación que difunde el respeto al medio ambiente y los pueblos originarios; NOTICIAS , ACTUALIDAD, COMPROMETIDOS CON LA VERDAD.