En la ciudad de Santiago falleció el 17 de diciembre de 1818
Fernando Márquez de la Plata y Orozco, desempeñando el cargo
de Regente de la Corte de Justicia, a la edad de 78 años.
Ocho años antes, Marquéz de la Plata, sevillano de nacimiento
y abogado de profesión, ocupó el cargo de vocal en la Primera
Junta de Gobierno de Chile.

Cabe consignar que, Márquez de la Plata por su carrera
judicial llegó a América en 1776, cuando tenía 36 años de
edad. Primero residió en La Paz y luego pasó a Lima.
Posteriormente, en 1798, obtuvo el nombramiento de Regente de
la Audiencia de Quito, donde se destacó por la ecuanimidad en
sus actuaciones judiciales, sus conocimientos y habilidades.

Luego, a los 63 años de edad, en 1803, llegó a Chile con el
cargo de Regente de la Audiencia de Santiago. Así fue que el
comienzo de la revolución por la Independencia lo encontró en
Chile, fecha en que debió asumir importantes cargos
políticos, obligándolo a permanecer en el país.

En esa época, en septiembre de 1810 los chilenos se
reunieron para formar una Junta que gobernara el país, hasta
que el rey Fernando VII regresara de su cautiverio,
rechazando al nuevo Gobernador Francisco Javier Elío, quien
había sido designado por el Consejo de Regencia.

Entonces y luego de algunos discursos donde se hizo ver la
necesidad de contar con un organismo colegiado de gobierno,
como medida para defender los intereses del pueblo y
continuar fieles al rey Fernando VII, la mayoría de los
asistentes convocados al acto del 18 de septiembre comenzaron
a gritar la frase: «Junta queremos».

De esta manera, y casi por unanimidad, se designó a Mateo de
Toro Zambrano y Ureta como presidente; al obispo José
Martínez de Aldunate como vicepresidente; a Fernando Márquez
de la Plata, Juan Martínez de Rozas, Ignacio de la Carrera,
Juan Enrique Rosales y Francisco Javier de Reina como
vocales, y a Gaspar Marín y Gregorio Argomedo como
secretarios.

Al año siguiente en los meses de abril y mayo, Márquez de la
Plata presidió esta Junta de Gobierno, condición en la que le
correspondió arbitrar las medidas que tenían por fin
enjuiciar al amotinado Coronel Tomás de Figueroa, español
opositor de este organismo. Luego en el mes de septiembre,
fue nombrado miembro del Tribunal de Apelaciones, organismo
que reemplazó a la Real Audiencia, de la que fue Decano.

En este cargo se encontraba cuando nuestras fuerzas
revolucionarias fueron derrotadas en la batalla de Rancagua,
en octubre de 1814. Entonces, y al igual que el resto de los
patriotas, debió emigrar hacia Mendoza, pero al contrario de
la mayoría de los exiliados, viajó llevando consigo una carga
de plata acuñada, 14 arrobas de plata labrada y 7 baúles con
ropas y alhajas.

Luego del triunfo de los patriotas en la batalla de
Chacabuco en 1817 y en Maipú en 1818, batalla que definió
nuestra independencia, Marquéz de la Plata regresó a Chile y
fue nombrado Regente de la Corte de Justicia, cargo que
desempeñó hasta su muerte en diciembre del mismo año.

Por somosfutrono

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