Durante el gobierno del presidente Manuel Bulnes Prieto y en
reconocimiento a la obra realizada en el país por el
naturalista francés Claudio Gay, se le otorgó la ciudadanía
chilena el 29 de diciembre de 1841, además un premio de 6 mil
pesos y recursos para la publicación de su obra.
Cabe consignar que, Gay había llegado a Chile doce años
antes en 1828, tomando a cargo el curso de ciencias naturales
en el Colegio de Santiago. Pero su espíritu de investigador
científico lo llevó a dejar la cátedra para estudiar a fondo
el país, gracias a la intervención del Ministro Diego
Portales Palazuelos.
De hecho Gay conoció a Portales y este último advirtió la
gran superioridad intelectual que el francés poseía y como
Ministro del Presidente José Tomás Ovalle Bezanilla lo
contrató en septiembre de 1830, para investigar la historia
natural, geografía y estadísticas, industria, comercio y
administración del país. Además el trabajo debía contener
mapas, planos de ciudades, diseños e ilustraciones.
Pero por el enorme trabajo encomendado, los plazos debieron
alargarse y solo once años después, a principios de 1841, el
diario «El Araucano» publicó el prospecto de la obra que Gay
debía entregar, cuyo título era «Historia Física y Política
de Chile». Si bien, el entusiasmo era desbordante en el mundo
científico, rápidamente se presentó el problema del
financiamiento. El Gobierno cubría el proyecto, pero se
requería involucrar a otros sectores en este importante
trabajo para el país.
De esta forma, y por gestiones del propio Claudio Gay, la
Sociedad Nacional de Agricultura asumió el compromiso de
obtener las suscripciones para la obra entre los asociados y
los círculos ilustrados, además de la distribución de la
misma, una vez terminada.
Así, a fines del año 1841, las suscripciones llegaban a más
de mil, siendo 400 de ellas del propio Gobierno. Las
ediciones ofrecidas iban desde las iluminadas a color a las
más sencillas sin ilustraciones. Entonces Gay regresó a
Francia en septiembre de 1842 y se abocó a la preparación de
su obra.
Para ello se trasladó a una residencia cercana al Museo de
Historia Natural de París, con el fin de poder consultar
rápidamente su biblioteca y sus profesores. Asimismo, Gay
contrató grabadores e impresores, así como a científicos
especialistas en las distintas disciplinas requeridas, todo
con el escaso presupuesto que recibía desde Chile.
Cabe señalar que el Gobierno francés no dispuso de recursos
para este trabajo, debido a que ya había destinado cuantiosas
sumas para publicar a otros científicos viajeros.
En menos de dos años, en junio de 1844, la primera entrega
de la obra fue recepcionada por el Gobierno chileno y en
marzo del año siguiente, la segunda entrega estaba disponible
en librerías de Santiago y Valparaíso. Estas abordaban
distintos tópicos, desde la parte histórica hasta la
botánica.
Pero en 1852 el Gobierno chileno le solicitó acelerar las
entregas pendientes y suspender las demás proyectadas. A esta
petición Gay contestó:
«Sin duda esta obra debería haber sido terminada hace tres o
cuatro años, pero si los chilenos pudieran apreciar todo lo
que ha sido necesario en tiempo y en investigaciones para
clasificar, dar nombre, describir, etc., cerca de 8.000
especies, la mayor parte nuevas para la ciencia, lo que
todavía exigía mayor investigación, seguramente verían que no
es posible exigir más, a menos de trabajar en cantidad que en
calidad. En cuanto a mí, no quisiera por todo el oro del
mundo, volver a comenzar semejante trabajo, pues, recordaré
siempre los horribles 9 años que acabo de pasar y, todas las
contrariedades que debí soportar con mis grabadores,
coloristas y aún con mis colaboradores que, en último
término, estaban lejos de inspirarse en mi perseverancia y en
mi diligencia».
Estas líneas movieron al Presidente Manuel Montt Torres a
dar las instrucciones pertinentes de manera de flexibilizar
plazos y contenidos de la obra y facilitar así la tarea de
Claudio Gay.
En 1855 la obra constaba ya de 28 volúmenes: 8 de Botánica,
8 de Zoología y 8 de Historia, además de 2 dedicados a
documentos y otros 2 correspondían al Atlas. Posteriormente
escribió 2 tomos dedicados específicamente a la Agricultura,
con lo cual en total resultaron 30 volúmenes.
Posteriormente, a los 63 años de edad, Claudio Gay decidió
emprender un nuevo viaja hacia Chile, llegando a Valparaíso
en marzo de 1863. En esta ocasión fue honrado con una pensión
vitalicia de 2 mil pesos.
De regreso en Francia, Gay continuó ordenando los documentos
y textos de los dos tomos dedicados a la Agricultura. En
varias oportunidades, y con el objeto de corroborar datos y
actualizar informaciones, recurrió a Benjamín Vicuña Mackenna
para pedirle algunos ejemplares de prensa, además de
diccionarios geográficos y obras publicadas en los últimos
años.
Las ediciones y revisiones que faltaban de la «Historia
Física y Política de Chile» fueron finalizadas a mediados de
1873, entre viajes de descanso al campo, visitas médicas y
conferencias académicas. Unos meses después de terminada su
obra científica, en la cual invirtió más de 25 años, Claudio
Gay falleció el 29 de noviembre de 1873. Sus restos descansan
en su ciudad natal, Draguignan.