En la ciudad de Santiago nació el 30 de diciembre de 1752,
José Santiago Rodríguez Zorrilla, quien posteriormente se
convirtió en el vigésimo primer Obispo de su ciudad natal,
cuyo polémico cargo lo desempeñó por 17 años, de los cuales
sólo cuatro fueron de gobierno efectivo, pues cuando no
estaba confinado en algún punto de Chile, se hallaba
expulsado de él.

Cabe señalar que, Rodríguez Zorrilla estudió en la Real
Universidad de San Felipe, donde se graduó de Doctor en
Teología, ordenándose luego de sacerdote en 1775, a los 23
años de edad. Luego, compartió el tiempo entre sus
actividades sacerdotales y las labores docentes, siendo
Rector de la Universidad de San Felipe por los períodos 1788,
1789 y 1803. Además, fue canónigo de la Catedral en 1787,
Párroco de Renca por el período 1792 a 1796, y Secretario de
los Obispos Alday, Sobrino y Marán.

Así, en abril de 1811 al morir el Obispo Martínez de
Aldunate, el Consejo de Regencia de España presentó a
Rodríguez Zorrilla para llenar la vacante; y mientras le
llegaban las bulas, le envió una carta de ruego, para que
tomara de inmediato el puesto.

Entretanto, José Miguel Carrera Verdugo se había apoderado
del gobierno, que lo hacía por medio de una Junta presidida
por él, la del 15 de noviembre de 1811. Entonces Rodríguez
Zorrilla no quiso presentar sus cartas y quedó como Vicario
Capitular.

Pero, con ese cargo se le llamó a jurar la nueva
Constitución, la de 1812, y Rodríguez Zorrilla de posición
realista, se negó porque en ella se había suprimido la
dependencia de Roma. Entonces, y en respuesta, se le declaró
reo de traición al Estado y se le relegó a Colina.

Enseguida Carrera apeló al cabildo eclesiástico para que
eligiera vicario al señor Andreu y Guerrero. Entonces
Rodríguez Zorrilla apeló ante el arzobispado de Lima, quienes
declararon nula la elección de Andreu, pero la lucha ya
estaba planteada y el decreto llegado de Perú, ni siquiera
fue conocido por el cabildo eclesiástico.

Esta situación se prolongó hasta el Desastre de Rancagua, en
octubre de 1814, pues a los cinco días de la batalla, el
realista y nuevo gobernador Mariano Osorio lo mandó a llamar
de su destierro en Colina.

Lo restituyeron como Obispo y se encargó de los juicios que
por infidencia se siguieron en contra de varios sacerdotes
que habían apoyado la causa de los patriotas. A todos estos
se les separó de su cargo y a los que se habían mostrado más
decididos como Joaquín Larraín Salas y José Ignacio
Cienfuegos Arteaga, fueron deportados a la isla de Juan
Fernández.

Otras de sus medidas fue el cierre del Instituto Nacional,
que se había fusionado con el Seminario, amenazando dejar el
país sin sacerdotes. Osorio dictó un decreto que decía:
«Suprímese el Instituto Nacional, inventado por el gobierno
intruso».

Todo esto unido a la amistad con el nuevo Gobernador
Francisco Casimiro Marcó de Pont Ángel Díaz y Méndez, le
granjearon la odiosidad de cualquier elemento patriota,
incluso de algunos españoles, de tal manera que, derrotada la
causa realista en la Batalla de Chacabuco en febrero de 1817,
recibió la orden de partir a Mendoza.

Posteriormente, en 1822, Rodríguez pudo regresar al país, a
condición de que delegase sus funciones administrativas en un
sacerdote que mereciera la plena confianza del gobierno.
Mientras tanto, Rodríguez residió en Melipilla.

Ese mismo año fue repuesto en su cargo, pero con motivo de
la visita del delegado apostólico Juan Muzi durante el
Gobierno de Ramón Freire Serrano, el Obispo fue separado
nuevamente de su cargo el 2 de agosto de 1824. Pero desde su
casa continuó oponiéndose al gobierno, por lo que el Consejo
Directorial presidido por José Miguel Infante Rojas lo
expulsó del país el 22 de diciembre de 1825.

De esta manera, el Obispo fue embarcado hacia México, pero
el gobierno de ese país lo hizo salir. Entonces se dirigió a
Nueva York y de allí a Francia, pero la falta de recursos lo
llevó a Madrid, donde falleció el 5 de abril de 1832, a los
79 años de edad.

Por somosfutrono

Somos un medio de comunicación que difunde el respeto al medio ambiente y los pueblos originarios; NOTICIAS , ACTUALIDAD, COMPROMETIDOS CON LA VERDAD.