“Estamos ahora a un paso pre-clínico de
la última etapa”. Así de auspicioso fue el profesor de
Harvard, Doug Melton, acerca de la investigación que por 23
años ha hecho y que al fin parece tener un resultado que
alegraría a millones de personas en el mundo y a sus
familiares: la cura para la diabetes tipo 1.
Así lo pregonan en distintos medios de comunicación, desde el
Telegraph hasta el sitio del Massachusetts Institute of
Technology (MIT), donde un equipo trabajó junto a Melton para
este descubrimiento, considerado por varios tan importante
como la aparición de los antibióticos.
La investigación de Harvard y el MIT logró el éxito esperado
cuando implantaron células productoras de insulina en
ratones, hecho que permitió restaurar la función de la
insulina por un largo período.
En otras palabras, se logró realizar, mediante la
implantación de esas células, que eventualmente las personas
que sufren de diabetes tipo 1 no tengan que inyectarse
diariamente insulina.
La diabetes tipo 1, que solo en Chile afecta a cerca de 15
mil personas, fue la enfermedad que le diagnosticaron al hijo
del doctor Doug Melton cuando solo era una guagua. Desde
entonces, el científico se enfocó en encontrar una cura, tal
como se lo había prometido al niño. “Fue gratificante saber
que pudimos lograr algo que siempre supimos que era posible”,
dijo.