SI NO SE QUEJA, NO SE QUEJE

Todo ha vuelto a la normalidad: la congestión no cede, el
transporte público colapsado, la agresividad al volante,
distraídos peatones atacados por imprudentes ciclistas, lo
que no es urgente es para ayer, las cuentas no dan tregua, en
menos de una semana ya aparecieron las caras estresadas… ¿A
eso llamamos normalidad? ¡Claro que sí! Esa es, ni más ni
menos, la vida citadina, condimentada además con un panorama
político muy poco halagüeño… Nadie está de acuerdo con nadie,
pero la agenda sigue su curso; las reformas no están para
nada claras, pero hay que hacerlas igual; nadie cree en el
proceso constituyente, pero avanza viento en popa; las
encuestas muestran un gobierno en picada que día por día
pierde más respaldo, pero que gobierna como si fuera “la
mayoría”…

¿Resignación? ¿Es esa la respuesta? ¡Claro que no…! Este año
es un año especial, hay elecciones municipales y ahí es donde
los ciudadanos comunes y corrientes podemos expresar nuestros
sentimientos de satisfacción o insatisfacción con las
autoridades políticas, locales y nacionales. Castigando
electoralmente, no solo a las autoridades comunales que no
han cumplido, sino también a los conglomerados políticos cuyo
actuar ha sido vergonzoso. Es la única herramienta efectiva
que tenemos para ejercer nuestros derechos. Esa es la
verdadera democracia…

En política, como en el pecado, se “peca” por acción o por
omisión. Cuando usted no vota y otros sí lo hacen, usted es
responsable (¿irresponsable?) de estar construyendo un
panorama político por omisión. Fue precisamente lo que
ocurrió en las últimas municipales del 2012. La comodidad y
la excesiva confianza (protegidas por el voto voluntario) de
los sectores que creen en la libertad como elemento básico de
la democracia, se tradujo en una gran abstención, que le
entregó gran número de municipalidades a quienes precisamente
no creen en la sociedad libre pero que responsablemente
“utilizan” la democracia para construir sus utopías
socialistas…

Si a usted no le interesa la política y está pensando que
son otros los que tienen que dar las grandes batallas, me
temo que está muy equivocado. El rumbo que siga nuestro país
en los próximos años depende única y exclusivamente de usted.
Proyecte las elecciones municipales de octubre y podrá
suponer los resultados de las próximas parlamentarias y
presidenciales.

Si usted es de los que dicen no entender ni saber de
política, le cuento que ya a mediados de 1800 el famoso
pensador e historiador francés Alexis de Tocqueville sostuvo
en su estudio “Democracia en América” (USA) algo tan simple y
contundente como: “Soy profundamente demócrata, por esta
razón no soy de ninguna manera socialista. La democracia y el
socialismo no pueden ir juntos. No se puede tener las dos
cosas”. Está claro: ni siquiera hace falta una base
conceptual muy sofisticada, ni ser políticamente muy
ilustrado, para saber en qué lado del espectro político se
ubica uno.

Por último, si esto le parece muy complejo piense lo que me
decía un amigo español: “¡Si no te quejas, no te quejes!”.
Nada más cierto: de muy poco sirven los ácidos comentarios y
la dura crítica en cerrados ambientes sociales, normalmente
entre afines, si eso no se traduce en responsabilidad
electoral en octubre de este año.

CRISTIÁN LABBÉ GALILEA

Por somosfutrono

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