En la ciudad de Santiago se efectuaron el 12 de marzo de
1880, los funerales del poeta y Aspirante Naval Eulogio
Goycolea Garay, quién entregó su vida por la patria en el
bombardeo del fuerte de Arica, el día 27 del mes anterior,
cuando aún no cumplía los 19 años de edad.

Cuando falleció, el 27 de febrero de 1880, Goycolea se
encontraba a bordo del blindado “Huáscar”, bajo las órdenes
del Comandante Manuel Thomson Porto Mariño; entonces la
embarcación debió enfrentar al monitor «Manco Capac» y a los
cañones peruanos de Arica, acción bélica de la Guerra del
Pacífica y previa a la Toma del Morro de Arica.

Sin embargo, una granada explotó cerca del cañón en el cual
servía junto a varios de sus compañeros, cumpliéndose la
premonición que respecto de su muerte, en esa guerra, había
vaticinado a su hermana Emilia al escribirle: «No llores mi
muerte, porque de nada servirá, ni nada podría hacer por ti,
a pesar de que lo deseaba de todo corazón».

Cabe señalar que Goycolea al estallar la Guerra del
Pacífico, en 1879, se alistó en la Armada, siendo destinado a
la goleta «Covadonga», bajo las órdenes del Capitán Manuel
Joaquín Orella Echánez, en agosto de ese año. A bordo de la
nave escribió: «Morir con honra es el sagrado lema y es el
emblema del honor chileno, y allá en el cielo grabará con
nuestro decoro el Hacedor eterno».

Luego, el 8 de octubre del mismo año, tras la captura del
Huáscar en el Combate Naval de Angamos, fue designado a esa
embarcación. Esta nave estaba considerada por el gobierno de
Aníbal Pinto Garmendia, como el primer objetivo a destruir,
para seguir con las maniobras militares chilenas.

Sin embargo el “Huáscar” quedó intacto luego del combate y
bajo las órdenes del Capitán Guillermo Peña, fue conducido
hasta el puerto de Valparaíso, con la bandera chilena.
Actualmente se encuentra a flote en el Apostadero Naval de
Talacahuano, como una reliquia, por haber encontrado en él la
muerte muchos chilenos, pero principalmente el Capitán Arturo
Prat Chacón, en el Combate Naval de Iquique.

A pesar de los pocos años que vivió Goycolea, el poeta tuvo
grandes aciertos entre los que se pueden mencionar sus obras
líricas más notables como: “La Soledad”, “Mis Lágrimas”, “Al
Estudio”, “Mis Pesares” y “A mi Madre”. Esta última,
corresponde a un homenaje a su progenitora, quien murió el
día que él nació, el 10 de marzo de 1861.

Adicionalmente, tiene un drama titulado “Un Corazón
Generoso”, y un romance “Mi Destino”.

Por somosfutrono

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