En la ciudad de Chillán, el Gobierno mexicano por intermedio
de su Embajador Octavio Reyes Espíndola, hizo entrega oficial
de la Escuela México el 25 de marzo de 1942, como un obsequio
de su país, solidarizando con el pueblo chileno por la
tragedia natural ocurrida tres años antes. La escuela fue
decorada por el muralista David Alfaro Siquieros.
Cabe recordar que, esta donación se gestó como consecuencia
del terremoto de 1939, ocurrido durante la administración del
Presidente Pedro Aguirre Cerda, cuya intensidad provocó la
muerte de 15 mil personas y la destrucción del 90 por ciento
de la ciudad.
Actualmente Chillán, conocido en mapudungu como “Silla del
Sol”, por sus bellos amaneceres, es una de las cuatro
ciudades en el mundo donde el pintor y muralista mexicano
Alfaro Siqueiros, plasmó una de sus obras, “Muerte al
Invasor”, título dado al mural durante el proceso de su
ejecución.
Esta obra se encuentra en la biblioteca de la Escuela, sobre
dos muros rectangulares, uno frente a otro, los cuales forman
una unidad arquitectónica y pictórica mediante un plafón
abovedado de 160 metros cuadrados. Si bien este mural es
conocido como obra de Alfaro Siqueiros, se debe mencionar que
contó con la colaboración de destacados artistas nacionales
como Laureano Guevara, Luis Vargas Rosas, Camilo Mori
Serrano, Gregorio de la Fuente Rojas, el colombiano Alipio
Jaramillo Giraldes y el alemán Erwin Werner.
El tema central está constituido por un indio vigoroso, de
múltiples extremidades y con cuyas numerosas piernas asciende
sobre las graderías de las antiguas pirámides escalonadas,
desde donde ataca con flechas, con decisión y coraje, al
desconocido invasor, que pretende arrebatarle sus legítimos
dominios, representado por un gigantesco escorzo, de cabeza
hacia atrás y derrotado por un lanzazo en el abdomen. En ella
se aprecian los retratos de Galvarino, Francisco Bilbao
Barquín y soldados españoles.
A ambos lados surgen los héroes de la emancipación mexicana:
el cura Hidalgo, revolucionario y conocido por la historia
por su «Grito de Dolores»; el cura Morelos, estratega militar
y convocador del primer congreso mexicano de 1813, que dio
por resultado constitución de Apatzingán. También se pueden
observar entre otros, Madero y Zapata.
Una vez en México, Alfaro Siquieros dijo con relación a su
obra dejada en Chile: “Mi propósito temático fue el
siguiente: Hacer un canto plástico a las figuras más
prominentes de las luchas populares de Chile y México…
quería pintar las bases o fundamentos en los que se sustenta
la historia de las luchas de ambos pueblos, pues ambos son
pueblos de la América Latina. Su insurgencia contra el
colonialismo español se inicia casi exactamente al mismo
tiempo y termina exactamente al mismo tiempo. Sus luchas
posteriores, lo que pudiéramos llamar la Reforma, tienen
exactamente las mismas características… Su Juárez es
Galvarino y nuestro Galvarino es Juárez”.
Cabe consignar que, Alfaro Siquieros llegó a Chile a fines
de 1940, gracias a las gestiones del Cónsul General de
nuestro país en México, Pablo Neruda, pues el muralista debió
exiliarse luego de haber estado encarcelado durante cinco
meses, por participar en mayo de ese año, en el atentado que
le costó la vida al estadista soviético León Trosky, asilado
en México.
En Santiago fue recibido junto a su familia por el Embajador
Reyes, quien los destinó a Chillán, comisionándole la
realización de un mural para la Escuela México. Permaneció en
el país hasta 1943, en cuyo período además del trabajo
encomendado, pintó el “Retrato Presidente Pedro Aguirre
Cerda” y el “Retrato Manuel Avila Camacho”.
Posteriormente, en 1997, la imagen del mural »Muerte al
invasor» de la Escuela México de Chillán se emitió en dos
sellos de formato grand, para celebrar los cien años del
nacimiento de David Alfaro Siqueiros
Volver