El puerto de Valparaíso fue bombardeado el 31 de marzo de
1866 por la Escuadra Española. El fuego que se prolongó
durante cuatro horas, destruyó los almacenes de aduana, los
edificios públicos y el centro comercial. Los daños
alcanzaron un valor de 3.6 veces el costo total de la
Expedición Libertadora del Perú.

Este bombardeo se gestó por un roce diplomático entre España
y Perú. La primera se apoderó de las guaneras ubicadas en las
islas Chinchas, lo cual significó un gran daño económico para
Perú. El hecho fue interpretado por Chile como una agresión a
la soberanía de los estados americanos y, solidarizando le
declaró la guerra a España el 24 de septiembre de 1865,
durante el gobierno del Presidente José Joaquín Pérez
Mascayano.

La guerra comenzó con el bloqueo de las costas chilenas con
media docena de modernas naves de guerra de la Escuadra
española, que recibió dos duros reveses; primero frente al
puerto de Papudo y después, junto a la isla de Abtao, en el
Canal de Chacao.

Luego de estos combates la situación española se tornó casi
insostenible, pues carecían de carbón, víveres y hasta el
cebo para las máquinas. Además, el bloqueo comercial que
España había impuesto a Chile, no surtió el efecto esperado,
dada la extensión del litoral chileno, por los numerosos
puertos del territorio y el escaso número de naves que España
destinó para ello.

Dada la situación, decidieron retirarse, pero por el fracaso
en el bloqueo de las costas chilenas, el Comandante de la
Escuadra española Casto Méndez Núñez, recibió la orden de
emprender una acción de castigo, iniciándola con el bombardeo
de Valparaíso.

Entonces, Méndez notificó el día 27 de marzo al Gobernador
de Valparaíso, que cuatro días más tarde bombardearía la
ciudad, pidiéndole que se izara banderas blancas en los
hospitales, iglesias y establecimientos de beneficencia. La
población de 80 mil habitantes, debió abandonar la ciudad.

En esos momentos se encontraban en la bahía de Valparaíso la
escuadra inglesa y la norteamericana, pero el Encargado de
Negocios de Inglaterra no autorizó la intervención de sus
naves en este conflicto, pues lo contrario significaba un
combate entre España y el Reino Unido.

Al conocer el pronunciamiento de los ingleses, los
norteamericanos no se atrevieron a intervenir. Entonces el
Cuerpo Consular en pleno, le señaló a Méndez la inutilidad de
su acción y la reprobación mundial que España sufriría, pero
no fueron escuchados por el jefe español.

A las 8 de la mañana del día 31, ambas escuadras extranjeras
zarparon, dejando la ciudad y puerto de Valparaíso
abandonados a su suerte. En esos momentos los cañones de la
“Numancia” anunciaron que en una hora más empezaría el
bombardeo.

Así fue, que la Escuadra española, compuesta por el poderoso
blindado “Numancia” y las fragatas “Blanca”, “Villa Madrid”,
“Resolución” y “Vencedora”, iniciaron el fuego a las 9 horas
15 minutos, efectuando dos mil 600 disparos, dejando
Valparaíso completamente destruido.

Posteriormente, la Escuadra Española salió de Valparaíso el
14 de abril para ir a bombardear el puerto de El Callao.

A raíz de este bombardeo, Chile se dio cuenta de la
necesidad de mantener un Poder Naval consecuente con su
condición geográfica, esencialmente marítima. Entonces, ese
mismo año se inició la construcción y habilitación de
fortificaciones, las que quedaron operativas, al año
siguiente, en 1867.

A los cinco años del bombardeo, el 11 de abril de 1871 se
firmó un armisticio con España. Tiempo después y gracias a la
gestión del Almirante Patricio Lynch Zaldívar se firmó en
Lima el Tratado de Paz y Amistad, con fecha 12 de junio de
1883.

Por somosfutrono

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