El Gobernador del Reino de Chile Pedro de Valdivia oficializó
la fundación de la ciudad “La Imperial” el 16 de abril de
1552, conocida actualmente como Carahue. Un año antes el
Conquistador repartió los primeros solares y señaló el sitio
para la Iglesia Catedral, dedicada al Arcángel San Miguel en
este sitio.

La imperial mayoritariamente de población indígena, fue sede
del Obispado y en la época contó con molinos y graneros,
convirtiéndose junto con las ciudades de Valdivia y Osorno en
una de las más prósperas del país, e incluso de Sudamérica.

Cabe recordar que, entre 1549 y 1553 Valdivia emprendió la
conquista del Sur del territorio, labor compleja por la gran
resistencia indígena que encontró. No obstante, en 1550 se
dirigió a la zona del Bio Bio, donde después de enfrentar a
los indígenas y derrotarlos en la Batalla de Andalién, fundó
la ciudad de Concepción.

Más tarde, fundó las ciudades La Imperial, Valdivia y
Villarrica, entre otras. A los habitantes de éstas les
entregó tierras y las correspondientes encomiendas para el
trabajo de los lavaderos de oro, como el de Quilacoya, en las
cercanías de Concepción.

En la fundación de estas ciudades Valdivia estuvo acompañado
por sacerdotes de la Congregación Franciscanos, solicitados
por el propio Valdivia al Virrey del Perú, para que
atendieran espiritualmente a los españoles y dieran a conocer
el Evangelio a los nativos del país.

Se dice que posteriormente en este sitio, el poeta y soldado
Alonso de Ercilla, quien acompañó al nuevo Gobernador García
Hurtado de Mendoza y Manríquez, luego de la muerte de
Valdivia en el Fuerte Tucapel el 26 de diciembre de 1553,
tuvo un duelo con Juan de Pineda en presencia del Gobernador,
en medio de un gran festejo.

La actitud insolente de sus subalternos decidió a Hurtado de
Mendoza a tirarlos de sus caballos, tomarlos prisioneros y
condenarlos a muerte por degollamiento. Al parecer habría
sido una joven indígena, compañera del Gobernador, la que
pidió su perdón. Después de este suceso, Ercilla fue
desterrado en 1558, luego de haber permanecido 17 meses en
Chile.

Posteriormente, con la gran rebelión mapuche conocida por la
histografía como el “Desastre de Curalaba”, comandada por el
Cacique Pelantaro en 1598, las ciudades al sur del territorio
fueron totalmente destruidas, entre ellas, La Imperial, la
que fue completamente abandonada el 5 de abril del 1600.

Pasaron casi trescientos años, hasta que Gregorio Urrutia en
representación del Ejército de Chile, visitó en repetidas
oportunidades el lugar donde había sido fundada La Imperial y
que albergaba en la época a la comunidad de “Jacinto Toro”,
nombre tomado de su “Lonco”.

Gregorio le solicitó a Toro que dejara sus tierras, a cambio
de otras en las cercanías, dándole a elegir tres lugares
distintos. Después de reunirse con los Caciques de “Taife”,
“Chapulli” y “Colico” y discutir la proposición, Jacinto Toro
escogió la localidad de “Chacay”, al sur del río Cautín,
cerca de Carahue.

Una vez trasladados los indígenas a sus nuevas tierras, se
construyó un fuerte en las confluencias de los ríos Cautín
con el Dama, refundando la ciudad con el nombre de “Carahue”,
el 22 de febrero de 1882. El nombre fue elegido por Urrutia
de la propia tradición de los nativos, ya que Carahue tiene
dos significados en mapudungú: “lugar de una ciudad” y
“ciudad nueva”.

Por somosfutrono

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