Durante el gobierno del Presidente Joaquín Prieto Vial y su
Ministro del Interior Joaquín Tocornal Jiménez, se fundó la
Sociedad Nacional de Agricultura el 18 de mayo de 1838,
siendo bautizada inicialmente con el nombre de “Sociedad
Chilena de Agricultura y Colonización”. Su objetivo fue la
búsqueda del bienestar de los chilenos, en la obtención del
progreso material del país y por ende un desarrollo moral y
espiritual de los ciudadanos.

La iniciativa de crear esta sociedad fue de José Miguel de la
Barra López, quien luchó en la Batalla de Maipú en 1818 con
el grado de Alférez y de algunos amigos a quienes reunió en
su casa. Entre estos figuraban: Andrés Bello López, Manuel de
Salas Corbalán, José Santiago Aldunate Toro, Pedro Palazuelos
Astaburuaga, Rafael Larraín Moxó, José Gabriel Palma, Domingo
Arlegui y otros.

La primera asamblea de la Sociedad se realizó el 21 de mayo
de 1838, en la que se eligió de presidente a Domingo
Eyzaguirre Arechavala, tesorero a Diego Antonio Barros
Fernández y secretario a Antonio García Geyes. La
inauguración solemne se efectuó el día 27 de ese mes, con la
presencia del Primer Mandatario.

Se dice que este tipo de Sociedad fue la primera en su género
en el mundo. Posteriormente, en 1841, la nueva Institución
recibió la Quinta Normal de Agricultura, para ser usada como
campo de experimentación, siendo nombrado para su dirección
al naturalista francés Claudio Gay.

Gay como uno de los consejeros de la Sociedad, se expresó
sobre la importancia de la agricultura para el país, de la
siguiente manera:

«La agricultura es sin contradicción la fuente principal de
la riqueza pública, la que crea más grandes valores, y que
independiente, en general, de los caprichos de la suerte, no
se agota jamás contribuyendo más que toda otra a la aventura
de la humanidad…vela por nuestras necesidades mas
premiosas, nos procura todas esas materias primeras que la
industria modifica, combina y transforma para nuestros usos».

En el mismo año de su fundación la Sociedad publicó la
revista llamada “El Agricultor”, dedicada al estudio y a la
divulgación científica de la agricultura, lo que se prolongó
hasta 1849. En sus páginas se ilustraban las nuevas técnicas
utilizadas en Europa, para la producción y cosecha de los
distintos tipos de gramíneas, sugerencias para prevenir el
cólera, patologías médicas observadas con mayor frecuencia en
el agro y en las ciudades.

Adicionalmente, se refirió a temas de salubridad pública,
técnicas para eliminar el polvillo negro del trigo,
procedimientos para matar ratones, mecanismos para saber
cuando están preñadas las vacas y otros.

Más adelante, en 1856 la revista estuvo a cargo de Benjamín
Vicuña Mackenna, quién aprovechó dicho canal para difundir la
importancia de la corporación, de su fomento y de su
mantención.

A la revista anterior le siguió en 1857 “El Mensajero de la
Agricultura” y en 1869, la Sociedad publicó “El Boletín de la
Sociedad Nacional de Agricultura”, el que se caracterizó por
su información actualizada sobre los progresos de la
agricultura en Chile y el extranjero.

Además, este Boletín fue matizado con artículos de carácter
técnico e información comercial; también incluyó algunos
ensayos con comentarios acerca de los problemas que aquejaban
a la sociedad chilena de entonces.

En todo este tiempo y a pesar de los esfuerzos empeñados, la
entidad tuvo un período de decadencia, teniendo que ser
“refundada” en 1856, pero en 1869, confirmó su personalidad
jurídica, con esto entonces, alcanzó su tercera fundación.
Ese mismo año, efectuó la primera exposición agrícola y
ganadera.

Más tarde, la Sociedad se expandió a lo largo de Chile, desde
Copiapó a Chiloé, teniendo corresponsales en cada una de las
regiones, quienes informaban de las inquietudes de los socios
y de los agricultores, así como de los últimos
acontecimientos en la zona agrícola respectiva.

También, en este marco de expansión, la sociedad inició su
proyección al exterior, manteniendo relaciones con algunos
corresponsales extranjeros y con entidades análogas de
Francia, España, Estados Unidos, Brasil y Centroamérica,
entre otras.

Esta institución ha realizado innumerables obras de
trascendental importancia para el bienestar y el desarrollo
de Chile, algunas de ellas son:

La creación del “Instituto Agrícola” y “la Estación
Agronómica”. El primero, se fundó en 1876, cuyo objetivo fue
el tener una educación superior agrícola, destinada
principalmente a los hijos de los propietarios agrícolas, los
que más tarde explotarían sus fundos. También tuvo por fin,
formar agrónomos e ingenieros agrícolas.

Le siguió “El Hospital Veterinario” fundado en 1877. En dicho
lugar, se trataba a los animales enfermos, de acuerdo a lo
que hoy se denomina como «ética de las ciencias»; toda vez
que los profesores y alumnos, se regían por un cuidadoso
reglamento especial de consultas y tratamientos para los
distintos animales enfermos.

Organizó la “Sociedad de Fomento Fabril” en 1883; creó la
“Secretaría de Estado Agrícola en 1924; el “Instituto
Biológico en 1920; la “Estación Experimental” en 1925, su
estación radial C.B. 57 en 1936, etc.

Chile debe sentirse orgulloso de esta institución líder en su
género, que ha permitido el progreso y desarrollo del país y
de sus ciudadanos.

Por somosfutrono

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