En la ciudad de Santiago falleció el 13 de julio de 1869,
Isidora Zegers Montenegro, a los 66 años de edad, quien tuvo
el honor, por sus conocimientos y aptitudes, de ser designada
la primera Directora del Conservatorio Nacional de Música,
cuando éste se fundó en 1851.

Su muerte fue motivo de luto nacional en las bellas artes.
José A. Soffía, escribió: “La Sociedad de Santiago está de
duelo y el arte se viste de luto. Aquella ha perdido a una de
sus más ricas joyas y este ha visto eclipsarse el más
resplandeciente de sus astros”.

Isidora Zegers introdujo el cultivo del arte entre la alta
sociedad chilena y su figura estuvo presente en todas las
iniciativas del período romántico. Su hogar fue el punto de
reunión de la intelectualidad de la época, y en sus tertulias
era frecuente encontrar a Andrés Bello López, Mercedes Marín
de Solar, y en general, a los más eminentes literatos y
artistas de Santiago.

Isidora nació en Madrid el 1 de enero de 1803 y recibió su
educación artística de canto, guitarra, arpa, piano y
composición en París, bajo la dirección del maestro y músico
italiano Federico Massimino, de reputación cosmopolita en
Europa.

Inició su vida artística en la ópera de esa ciudad y la
continuó en Santiago, cuando vino a Chile con su padre en
1823, quien había sido contratado por el Ministerio de
Relaciones Exteriores. La familia completa incluyendo a su
madre y tres hermanos, adoptó este país como segunda patria.

A los tres años de llegada a Chile, en 1826, e Isidora con 23
años de edad, fundó la Sociedad Filarmónica de Santiago,
centro potencial del movimiento artístico de toda esa época.
Ese mismo año contrajo matrimonio con el Coronel inglés
Guillermo de Vic Tupper.

Pero al finalizar la Guerra Civil de 1829-1830, el Coronel
Tupper al lado de Ramón Freire Serrano se enfrentaron con las
fuerzas de Joaquín Prieto Vial en la Batalla de Liracay,
desarrollada el 17 de abril de 1830, la que puso fin al
período llamado Anarquía política y dio comienzo a la era
portaliana, pereciendo Tupper en el enfrentamiento.

Isidora guardó luto por un tiempo, y en 1835 organizó
conciertos para ayudar a los damnificados de los terremotos
de Talca y Concepción. Ese mismo año se casó en segundas
nupcias con el alemán Jorge Huneeus Lippman, dejando
descendendientes de los dos matrimonios.

Fue en esta etapa cuando Isidora Zegers tomó un rol decisivo
en el ambiente cultural capitalino. Su figura llena la
historia musical de Chile en la primera mitad del siglo XIX.
Por su influjo, gran número de personas se dedicó al estudio
del canto, y a su alrededor se unieron los grupos musicales
que habían logrado organizarse hasta el momento.

En 1853 colaboró en el “Seminario Musical”, fundado por el
compositor José Zapiola Cortés, quien a su vez fue nombrado,
en 1852, como sucesor de la Zegers en el Conservatorio.

Pero por razones de salud, Isidora se trasladó a Copiapó en
1862, buscando un clima más favorable. Aun en medio de sus
dolencias, no abandonó su compromiso con el desarrollo
musical, dando vida en aquella ciudad, a la Sociedad
Filarmónica, al estilo de la santiaguina.

A su muerte, nos dejó sus obras escritas para piano solo, o
para canto y piano, y casi todas fechadas en París en 1822,
con excepción de una realizada en Chile. En total no pasan de
cinco, pero todas ellas de mucha consistencia y
significación. Las instrumentales, son una docena todas con
nombres femeninos, llamadas contradanzas, entre las que
destacan La Flore y La Camille.

Por somosfutrono

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