El Presidente de la República Pedro Montt Montt murió el 16
de agosto de 1910, mientras ejercía el cargo de Primer
Mandatario, en Bremen, Alemania, a la edad de 64 años,
probablemente por un derrame cerebral. Sus restos fueron
repatriados y al funeral asistió una inmensa multitud.

Montt ejerció efectivamente su cargo hasta el 8 de julio de
ese año, fecha en que solicitó permiso constitucional para
dirigirse a Europa con el fin de mejorar su salud, delegando
el poder al Ministro del Interior, Elías Fernández Albano, en
calidad de Vicepresidente.

Pero en vísperas de las Fiestas Patrias, el 6 de septiembre,
año que correspondía además al Centenario de nuestra
Independencia, también murió el Vicepresidente. Entonces
asumió Emiliano Figueroa Larraín, por ser el Ministro más
antiguo, quien ostentó el poder hasta el 23 de diciembre, día
en que hizo entrega del mando al Presidente electo Ramón
Barros Luco, designado candidato único.

Montt nació en 1846, cinco años antes que su padre Manuel
Montt Torres, asumiera la presidencia del decenio de 1851
a1861, formándose cerca del Palacio de Gobierno y del
destacado Ministro Antonio Varas de la Barra. Estudió en el
Instituto Nacional, y posteriormente ingresó a la Universidad
de Chile donde siguió Leyes, recibiéndose de abogado el 3 de
enero de 1870.

Luego se dedicó a la vida pública, llegando a ser jefe del
Partido Nacional y presidente de la Sociedad Católica de
Educación. A su vez, en la política desempeñó varios cargos
parlamentarios y de gobierno. Fue diputado suplente por
Petorca en varios períodos, desde 1879 hasta 1891, ostentando
el cargo de presidente de la Cámara de Diputados, entre 1885
y 1886.

Durante el gobierno de José Manuel Balmaceda Fernández, Montt
fue nombrado Ministro de Justicia e Instrucción Pública en
1887, y luego Ministro de Hacienda en 1889. Pese a lo
anterior, en 1890 se manifestó contrario a Balmaceda y
participó en la Guerra Civil de 1891.

En ese momento, la Junta de Iquique lo designó Agente
Diplomático, siendo destinado a Perú, Europa y a los Estados
Unidos. Triunfante la revolución, fue nombrado Ministro
Plenipotenciario en Washington. A su regreso ocupó el cargo
de Ministro del Interior, entre 1891 y 1893. También fue
Director de la Casa de Orate.

Adicionalmente, en 1991 y 1900 fue reelecto Diputado por
Petorca y La Ligua; y entre 1900 y 1906 fue Senador por
Cautín. Pero, en 1906 resultó electo Senador por Santiago,
cargo que prácticamente no pudo desempeñar, porque meses
después venció en la elección presidencial.

Tenía un carácter enérgico, y al gozar de gran prestigio
triunfó por una amplia mayoría, apoyado por la Alianza,
formada por radicales, nacionales, liberales, liberales
doctrinarios y un grupo disidente del Partido Conservado, que
se identificaba con el nombre de Unión Liberal.

Llegó a la presidencia, el 18 de septiembre de 1906, con un
programa de orden y progreso. Entonces, aparecía como un
hombre fuerte que sabría colocar en su lugar a los partidos
políticos que tanto conflicto habían generado durante el
gobierno saliente de Germán Riesco Errázuriz. Se le vio como
un salvador de Chile y un restaurador del sistema político,
porque su postura era proclive a lo apolítico.

Además, tenía una amplia cultura, y dominaba el idioma
inglés, francés, leía griego y alemán. Pero asumió la
presidencia, bajo la penosa situación dejada por el terremoto
de Valparaíso en agosto de ese año y con un Congreso
opositor, encabezado por Arturo Alessandri Palma y Enrique
Zañartu Prieto.

Al mes de llegar al gobierno debió designar al nuevo rector
de la Universidad de Chile, nombramiento que fue postergado
por el presidente Riesco, cuando dos de sus ministros
estuvieron a punto de renunciar si era elegido Valentín
Letelier Madariaga, quien despertaba fuerte resistencia por
su ideología laica y racionalista.

El nuevo gabinete formado por Montt, que auspiciaba un
período de armonía política, ratificó el nombre de Letelier
como rector de la Universidad de Chile. Así, Montt dio su
primer golpe de autoridad, pensando que los conservadores se
mantendrían tranquilos, pero la corriente clerical contra
Letelier fue más poderosa que cualquier pacto o tregua. El 29
de octubre, el presidente debió organizar un nuevo gabinete.

Al año siguiente, en diciembre de 1907, debió enfrentar el
movimiento revolucionario que estalló en Iquique, como
consecuencia de las condiciones deplorables en que vivían y
morían los trabajadores de la pampa salitrera.

El conflicto comenzó cuando a los cargadores y lancheros de
varias compañías salitreras se les negó el derecho, adquirido
por los ferrocarriles, de recibir una mejor remuneración de
acuerdo a un cambio estable. Entonces, los trabajadores junto
a sus familias se concentraron en la Plaza Manuel Montt, de
Iquique, y en el amplio local de la Escuela de Santa María.

Mientras tanto, el Intendente Carlos Eastman Quiroga se
reunió con los dirigentes de los huelguistas, pero en esos
momentos fueron reprimidos a balazos unos trabajadores que
trataron de embarcase con sus familiares, para reunirse en
Iquique con el resto de los huelguistas.

Se les solicitó a los huelguistas que desocuparan el lugar y
se trasladaran a las canchas del Club Hípico, instrucción que
no fue escuchada. Entonces el General Roberto Silva Renard y
el Coronel Ledesma, ambos a cargo de la acción, le señalaron
al comité de trabajadores que si no salían del edificio,
harían fuego.

Esta amenaza no surgió efecto y se dio orden de disparar
contra los miembros del comité. La tropa, luego de disparar a
los que estaban en la azotea, entró con ametralladoras a la
escuela, matando a hombres, mujeres y niños que se
encontraban en su interior.

Las fuentes varían en la cantidad de muertos entre 130 a mil
personas, resultando nefasta esta acción para el gobierno de
Montt. El hecho en sí fue una clara advertencia acerca de la
magnitud alcanzada por el problema social.

La tragedia adquirió aun mayor gravedad cuando se supo que
precisamente en los días que sucedían los hechos, el gobierno
ayudaba a la “Casa Granja”, una de las más poderosas firmas
salitreras y en la que tenía confusos intereses el Ministro
del Interior Rafael Sotomayor Gaete.

Pero a pesar de los conflictos señalados anteriormente,
durante la administración de Montt se le dio un fuerte
impulso a las Obras Públicas.

Una de las principales asignaciones de recursos que debió
enfrentar el nuevo gobierno fue para reconstruir la zona
afectada por el terremoto de Valparaíso, debiendo reponer
alcantarillado, redes de agua, puentes, caminos y servicios
públicos.

También durante su gobierno se ordenó la construcción del
ferrocarril de Ancud a Castro, la línea de Puerto Montt y del
longitudinal norte hasta Tacna; todos ellos concluidos en
1913. Adicionalmente, se iniciaron las obras del puerto de
Valparaíso y la construcción de edificios fiscales.

A principios de 1910 se inauguró el Ferrocarril Transandino
entre Chile y Argentina. También durante su administración se
terminó la Escuela y Museo de Bellas Artes, Escuela de
Farmacia, Instituto Comercial e Instituto de Educación
Física, Escuela Normal de Preceptores de La Serena y otros
liceos.

Montt que durante su vida se desempeñó en distintas
actividades, como abogado, diputado, Senador, Ministro de
Estado y Presidente de la República, todas ellas le
permitieron contribuir eficazmente, con sus extensos
conocimientos administrativos, en la implantación de reformas
fundamentales en nuestro régimen constitucional.

Por somosfutrono

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