La Primera Escuadra Nacional exploró la boca del puerto de
Talcahuano buscando naves españolas, el 26 de octubre de
1818. La instrucción emanó del Gobierno de Chile, luego que
éste fuera informado que la Corona había enviado su Escuadra,
para impedir la independencia de nuestro país.
Cabe consignar que, en mayo de 1818 había zarpado desde
España un convoy de 11 transportes escoltados por la fragata
«Reina María Isabel», de 50 cañones, pero en la travesía se
amotinó la tripulación de una de estas naves, el transporte
«Trinidad», recalando en Buenos Aires, con la novedad de esta
amenaza, en tránsito hacia el Pacífico.
Entonces, el Ministro chileno en Argentina despachó
urgentemente un emisario a Santiago, quien entregó esta
información al Gobierno chileno el 25 de agosto, nueve días
después de ser notificado. Por esta razón, el General
Bernardo O’Higgins Riquelme, junto al Ministro José Ignacio
Zenteno se trasladaron de inmediato a Valparaíso, para
apresurar el alistamiento de la Escuadra y disponer el zarpe
con el objeto de interceptar y capturar el convoy realista.
Así, nuestra Primera Escuadra Nacional, comandada por Manuel
Blanco Encalada, zarpó el 10 de octubre al sur, de esta
manera el 26 de octubre, Raimundo Morris exploró la boca del
puerto de Talcahuano, al mando de los bergantines “Araucano”
y «Pueyrredón».
Luego, Blanco penetró con el navío «San Martín» y la fragata
«Lautaro» al interior, enarbolando pabellón español, donde
encontró a la fragata ballenera inglesa «Shakespeare», cuyo
Capitán le informó que la fragata «Reina María Isabel» había
pasado el día 22 rumbo a Talcahuano, con la tripulación
enferma y muy escasa en víveres.
De esta manera, cuando el navío «San Martín» y la fragata
«Lautaro» ingresaron por la boca grande a la bahía de
Concepción, el día 28 de octubre, la fragata «Reina María
Isabel» disparó un cañón mientras izaba una bandera roja al
tope del palo mayor.
El combate entre los patriotas y realistas fue largo y duro,
pero finalmente esta significativa jornada logró la rendición
de la «Reina María Isabel», con un costo para la Primera
Escuadra Nacional de 27 muertos y 22 heridos.
Una vez reorganizados los hombres de Blanco, se desplegaron
convenientemente para apresar los transportes restantes de la
expedición realista. Las naves españolas rezagadas fueron
recalando sucesivamente en la isla Santa María, donde cayeron
prisioneras una tras otra. Sólo 4 lograron arribar en el
puerto de El Callao, su destino.
Una vez logrado el objetivo, la Escuadra chilena regresó a
Valparaíso, el 17 de noviembre, con todas las naves
capturadas. De esta manera, de los cuatro buques reclutas que
zarparon, regresaron 11 triunfantes naves cargadas de
victoria, que despertaron en los patriotas delirios de
entusiasmo.
El Supremo Gobierno dispuso por decreto, que todas las
tripulaciones de los buques participantes en esta empresa
llevaran en el brazo izquierdo un escudo de paño verde mar en
cuyo centro se leyera en letras de oro: «Su primer ensayo dio
a Chile el dominio del Pacífico».