Uno de los “maestros de la pintura chilena”, Alfredo
Valenzuela Puelma, falleció a la edad de 53 años, el 27 de
octubre de 1909, en la casa de orates de Villejuif, un pueblo
cercano a París, en Francia, fecha en que se encontraba muy
pobre, solo y con sus facultades mentales alteradas.

En su entierro, una sola persona formaba el cortejo, el
escultor chileno Fernando Thauby, que inició una suscripción
para la modesta sepultura que tuvo, hasta que sus restos
fueron repatriados. Quienes lo conocieron afirmaron que «fue
un hombre bueno, un artista cabal, enamorado de su arte y
dominado por un fuerte estímulo vocacional y por el deseo de
perfección».

Considerado el más grande pintor de Chile, en vida recibió
innumerables reconocimientos, entre los que se pueden
mencionar: primera medalla, Salón Oficial de Santiago (1877);
primera y segunda medalla, Salón Oficial de Santiago (1878);
primera medalla, Salón Oficial de Santiago (1880); primera
medalla, Salón Oficial de Santiago (1884); mención de honor,
Salón de París, Francia (1889); tercera medalla, Salón de
Otoño, Madrid, España (1890); Certamen General Marcos
Maturana, Salón Oficial, Santiago (1892); premio Certamen
Edwards, Salón Oficial, Santiago (1892); primera medalla,
Exposición Municipal de Valparaíso, Chile en 1896; premio
Certamen Edwards, Salón Oficial, Santiago (1899); tercera
medalla, Exposición de Buffalo, Estados Unidos (1901);
Certamen Edwards, Salón Oficial, Santiago (1903); tercera
medalla, Exposición Internacional de Sevilla, España (1930).
La corta vida de Valenzuela Puelma, al sintetizarla con los
acontecimientos que ocurrieron en Chile, se puede mencionar
que, cuando el pintor tenía sólo tres años estalló la Guerra
Civil de 1859, a los diez años vio como terminaba la Guerra
contra España, en 1866, luego a sus 23 años, en 1879 comenzó
la Guerra del Pacífico, la que finalizó a sus 27 años, en
1883. Finalmente, a sus 35 años estalló la Guerra Civil de
1891, año en que se suicidó el Presidente José Manuel
Balmaceda Fernández, quien lo había becado a Francia.
Adicionalmente, debió enfrentar la muerte de su única hija,
de sólo seis meses de vida.

En su vida artística Valenzuela Puelma, perteneció a la
“Generación de los Grandes Maestros de la Pintura Nacional”
que surgió entre los siglos XIX y XX y que estuvo además
integrada por Pedro Lira, Alberto Valenzuela Llanos y Juan
Francisco González.

Los temas de sus obras fueron especialmente la figura humana
y el retrato. También estuvieron los motivos orientales,
religiosos, de inspiración naturalista, naturalezas muertas y
el paisaje. Cabe destacar que fue el primer pintor chileno de
desnudos, destacándose obras como: «La ninfa de las cerezas,
«La Magdalena», «La perla del mercader» y «Náyade cerca del
agua», este último trabajo actualmente forma parte de la
colección de permanente del Museo Nacional de Bellas Artes.
En sus retratos alcanzó extraordinarios logros artísticos,
entre los que destacaron «Retrato de Mochi», «El niño del
fez», también conocida como «El turquito».

Según Ricardo Bindis, «su habilidad manual no tiene
competidores en la pintura chilena, ya sea por la sedosa y
luminosa pincelada, como por el dibujo que sorprende por los
escorzos logrados y la fluidez de la línea, que ejecutaba con
naturalidad incomparable». Sin embargo, no fue un pintor muy
fecundo, se ha calculado su producción entre 150 a 170
cuadros.

Valenzuela Puelma fue un hombre de fuerte personalidad,
combativo, apasionado y con ideas extremas; un anticlerical
declarado y partidario ferviente de los planteamientos
liberales del Presidente Balmaceda.

Dio conferencias sobre temas sociales y defendió sus
argumentos con gritos y grandes ademanes; espiritista y
crítico que con el seudónimo de “Pedrolera”, escribió
artículos sobre temas de arte en el diario «La Ley», después
de enemistarse con Pedro Lira.

También se lanzó a pleitear en los tribunales y ejerció de
médico sin título, lo que hacía presagiar el fin doloroso de
su vida, ya que se divisaba claramente un principio de
locura, que aparentemente, no se tradujeron en su obra.

Valenzuela Puelma nació en Valparaíso el 8 de febrero de 1856
y desde pequeño manifestó su interés por el arte, de hecho,
antes de los diez años tocaba piano y pintaba con pinceles
confeccionados por él mismo. A los 12 años ingresó a la
Academia de Bellas Artes, donde fue alumno de Ernesto
Kirchbach y Juan Mochi.

Luego, compartió sus estudios de medicina con la afición por
la pintura. Posteriormente, a los 25 años de edad, en 1881,
viajó a Europa becado por el gobierno de Domingo Santa María
González, donde se dedicó seriamente a estudiar a los
maestros clásicos, y realizó copias, como una forma de
aprender.

Al terminar su beca en 1885, regresó a Santiago y se integró
a la Unión Artística que formó Pedro Lira. Dos años más
tarde, en 1887 fue becado por segunda vez por el gobierno,
pero en esta ocasión bajo la administración de Balmaceda,
para estudiar en París.

En 1890 regresó a Chile, emprendiendo una gran labor de
difusión cultural. En 1893, cuando fue nombrado administrador
del Teatro La Victoria de Valparaíso organizó exitosos
salones que compitieron con los de Santiago.

En 1907 partió nuevamente a París, dedicándose a la venta de
los pocos cuadros que pintaba, pasando hambre y miserias.
Estas privaciones acentuaron su enfermedad, la que tuvo su
crisis dos años más tarde en 1909, cuando fue internado en el
manicomio, lugar donde falleció.

Por somosfutrono

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