En la bahía de Casma, en la parte norte de la costa peruana
se enfrentaron el 12 de enero de 1839, nuestros marinos con
los de la Confederación Perú-boliviana. Esta acción naval fue
la más importante dentro del contexto de la Guerra, hecho
conocido como el Combate Naval de Casma, correspondiéndole
ser el último combate con buques a vela.

Cabe consignar que, en los primeros días de 1839, por
órdenes del Mariscal boliviano Andrés de Santa Cruz
Calahumana, la Escuadra Confederada al mando del Capitán Juan
Blanchet zarpó del puerto de El Callao con la corbeta
«Edmond», el bergantín «Arequipeño», la barca «Mejicana» y la
goleta «Perú», con el fin de frenar a las tropas chilenas.

Mientras tanto, el día 10 de enero, una parte de la Escuadra
Chilena había llegado a la bahía de Casma, al mando del
Capitán de Navío Roberto Simpson Simpson, con las siguientes
embarcaciones: La corbeta «Confederación», la corbeta
«Valparaíso», la barca «Santa Cruz» y el transporte
«Isabella».

La misión de los chilenos, tomando las medidas de precaución
necesarias para evitar una sorpresa, era conseguir suficiente
leña para los buques nacionales, insumo que se encontraba en
gran cantidad en el puerto de Casma, territorio perteneciente
a Perú.

Así, el día 12 a mediodía, mientras se faenaba la leña, los
vigías anunciaron la presencia de cuatro velas que venían
desde el sur. Entonces, Simpson avisado de la presencia de
esos cuatro buques ordenó el reembarco de la tripulación que
estaba trabajando en tierra, aprestándose para el combate.

Al poco tiempo, los confederados con la corbeta «Edmond» y
el bergantín «Arequipeño» se dirigieron sobre la corbeta
«Confederación» para atacarla, uno por cada banda, pero el
exceso de velocidad de ambas embarcaciones hizo que chocaran
contra su “blanco”.

Durante una hora ambos buques enemigos hicieron esfuerzos
sobrehumanos para abordar el buque chileno, pero sus
defensores opusieron tan tenaz resistencia, que ni un solo
atacante logró pisar su cubierta, mientras la artillería
disparaba a quemarropa y el fuego de fusilaría era
intensísimo.

Entre las muchas bajas estuvo el propio Blanchet. Sin
embargo, la corbeta «Edmond», sin su jefe logró
desembarazarse de la corbeta «Confederación», pero no
pudiendo maniobrar bien, se fue a estrellar sobre la barca
«Santa Cruz».

Entonces se inició otro combate a quemarropa, hasta que como
mejor pudo salió de la bahía, a pesar de las numerosas
descargas, tanto de la corbeta «Confederación», como de la
corbeta «Valparaíso», reuniéndose con sus otros dos buques,
la barca «Mejicana» y la goleta «Perú».

Finalmente, el bergantín «Arequipeño», quedó en poder
chileno. Mientras que los otros buques confederados se
pusieron bajo la protección de las baterías de El Callao, no
teniendo ninguna intervención durante el resto de la
guerra.

Esta batalla y triunfo chileno fue un golpe para Santa Cruz,
quien perdió el dominio del mar, quedando para Chile
aseguradas las comunicaciones marítimas entre la República y
sus fuerzas en campaña y la aptitud del Ejército de
movilizarse libremente por el mar y tener en todo momento el
apoyo de la Marina.

Por somosfutrono

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