Al finalizar el Gobierno de Manuel Bulnes Prieto, y previo a
la elección presidencial, el país se caracterizó por la
efervescencia política en que se sumergió, lo que provocó que
los jóvenes liberales realizaran una revolución en las calles
de Santiago el 20 de abril de 1851, conocida como el “Motín
de Urriola”.
Cabe recordar que, Bulnes enfrentó sus últimos años como
mandatario, con una oposición liberal encabezada por la
Sociedad de la Igualdad, creada en abril de 1850, cuyo
objetivo fue formar una escuela de propaganda y de educación
del proletariado político y social. Pronto se convirtió en un
foco revolucionario y desde su periódico, “El Amigo del
Pueblo”, llamaron a derrocar al Gobierno.
Adicionalmente y a través del mismo medio se opusieron a la
candidatura oficialista de Manuel Montt Torres y del papel
pasaron a las manifestaciones públicas, que llevaron a
desórdenes callejeros. Frente a estos acontecimientos el
Gobierno decretó estado de sitio en las provincias de
Santiago y Aconcagua, clausuró a la prensa opositora, y
disolvió la Sociedad de la Igualdad.
Las innumerables conspiraciones que se fraguaron en los meses
siguientes tuvieron su culminación en el golpe de estado que
estalló el 20 de abril de 1851, encabezado por el Coronel
Pedro Urriola Balbontín, quien apoyado por el Batallón
Valdivia y acompañado de los cabecillas de la Sociedad de la
Igualdad, José Miguel Carrera Fontecilla, Benjamín Vicuña
Mackenna, Francisco Bilbao Barquín, Manuel Recabarren
Recoret, entre otros, pretendieron apoderarse del cuartel de
artillería que estaba al pie del cerro Santa Lucía.
Así fue que a la medianoche del día 19, Urriola ordenó a un
subalterno tomar el cuartel de los cívicos, pero un Sargento
le disparó y tomando el mando de las tropas se fue a la Casa
de Moneda a ponerse bajo las órdenes del Presidente Bulnes.
El destacamento Chacabuco también se unió al Mandatario y
éste inició la defensa en la Moneda.
Al amanecer, Urriola se dio cuenta que estaba en una posición
muy desfavorable, pues no contaba ni con fuerzas ni con
municiones. Sin embargo, a las siete de la mañana dispuso el
ataque al cuartel de artillería, siendo rechazado varias
veces. En la contienda el insubordinado Urriola recibió un
balazo que le quitó la vida, quedando descabezada la
revolución.
Ya al mediodía, las fuerzas del gobierno habían apaciguado la
insurrección, y el país se preparaba para una nueva elección
presidencial. El Partido Liberal logró levantar la
candidatura del General José María de la Cruz, Intendente de
Concepción y primo hermano del General Bulnes. Sin embargo,
Manuel Montt resultó electo por una mayoría absoluta.
Mientras tanto, Carrera hijo del prócer de nuestra
independencia durante la Patria Vieja, se retiró a la ciudad
de La Serena. Vicuña Mackenna, nieto del irlandés Juan
Mackenna O’Reilly, quién también luchó por nuestra
independencia, encontrando la muerte en un duelo en Buenos
Aires con Luis, tío de Carrera, fue hecho prisionero y
condenado a muerte, pero logró huir a Ovalle y finalmente se
reunió con José Miguel en La Serena. A su vez Bilbao huyó al
Perú y Recabaren fue proscrito y en el extranjero se dedicó a
la enseñanza.
En cuanto a las elecciones, sólo Concepción y La Serena
dieron a De la Cruz el triunfo. Los opositores, calificaron
de nula la elección, y con ello sostuvieron que Montt no era
el legítimo Presidente de la República, generando muestras de
rebelión, lo que finalmente provocó la Guerra Civil de ese
año que estalló en septiembre en las ciudades de Concepción y
La Serena.